Se presenta durante los próximos meses una oportunidad interesante para 
definir los aspectos estratégico-políticos, que definirán el camino a 
seguir por la Revolución Bolivariana en el contexto de la desaparición 
física del Comandante Chávez del escenario no solo Nacional sino 
Internacional, por lo que las discusiones dadas definirán en términos 
concretos si hemos tomado sus banderas o si por el contrario se han 
asumido unas distintas. Es el Partido Socialista Unido de Venezuela 
(PSUV) consecuencia de un momento histórico del proceso revolucionario, 
por lo que es hijo de ella, propuesto así para profundizar los cambios 
en el rumbo al Socialismo Venezolano, en el sentido de que este se 
convierta en un instrumento político como lo soñó Chávez y como lo sueña
 buena parte del pueblo Venezolano. En tales aspectos unas 
consideraciones especiales resultan importantes al momento de iniciar la
 discusión dentro de la convocatoria que se ha realizado para el 
Congreso Ordinario del PSUV.
1) La necesidad del debate interno amplio e inclusivo. Crítica y autocrítica
Uno de los aspectos fundamentales en los que se ha desarrollado la 
política nacional dentro de las Fuerzas Revolucionarias, se encuentra 
relacionada con la capacidad que se tiene para debatir internamente los 
asuntos estratégicos de interés para la Nación, porque pareciera que 
estos espacios han desaparecido para la militancia de base urgida de 
atender dialécticamente sus planteamientos. Ya lo había planteado Chávez
 cuando dijo en 2009 en el Primer Congreso Extraordinario del PSUV 
“necesario es la autocrítica, el reconocimiento de los errores con 
transparencia, hablarle al pueblo, decirle bueno hay este problema 
ciertamente, ciertamente evaluémoslo tú eres parte de la solución … 
Enamorar a las masas, y en esto, por supuesto, sin demagogia, con la 
verdad por delante, con la autocrítica por delante”. Es de vital 
importancia abrir espacios de discusión amplia que permitan reconstruir 
el espíritu y la fuerza revolucionaria, tal como lo afirmó Fidel Castro 
en el año 2006 “Hay que ir a la crítica y la autocrítica en el aula, en 
núcleo y después fuera del núcleo, en el municipio, y en el país”. Es 
una direccionalidad que ya no representa una opción sino una obligación 
que permita recuperar la confianza plena en el Proyecto Político 
Bolivariano.
2) Profundizar la creación del marco teórico – práctico de la Revolución
Una de las debilidades que ha tenido la Revolución Bolivariana ha sido 
la escasa capacidad de crear un marco teórico – práctico referencial que
 permita definir con claridad ideológica el concepto mismo del Proyecto 
Nacional, salvo esfuerzos realizados por colectivos, personalidades e 
intelectuales, incluyendo como lo hiciera el mismo Chávez definiendo 
nuevas categorías y conceptos emergentes, aún seguimos manteniendo un 
signo ecléctico, que en muchos casos coquetea en contexto de la praxis 
con posiciones que bien pueden ser asumidas por sectores de la derecha 
en diversos contextos de la vida pública nacional. El Partido debe 
servir para sistematizar, investigar e innovar sobre las prácticas 
revolucionarias que se vienen generando no solo en el país sino fuera de
 ella, de esa forma no solo vamos escribiendo una nueva historia, sino 
vamos formando nuevas generaciones y dejando un legado histórico para 
las siguientes.
3) Superación de los fantasmas de la Partidocracia Cuarto-Republicana
Un nuevo partido debe ser para vencer las viejas prácticas, porque 
debemos ser capaces de romper la crisis orgánica planteada ya por 
Gramsci y dejar morir esa vieja forma de hacer política. Es superar el 
Clientelismo y con ello la carnetización, postulación, cartas de 
recomendación u otro instrumento que lejos de contribuir sustantivamente
 nos alejan de la posibilidad de formar una verdadera militancia 
revolucionaria capaz de transformarse, pero además combate las formas 
que algunos personajes políticos se han hecho del Poder de forma 
ilegítima para su propio beneficio. Esto igualmente atrae otro viejo 
fantasma; el de la corrupción que atañe no solo el erario público, sino 
que contamina el sistema social de relaciones y ataca la dignidad de un 
proyecto político emancipador.
4) El reconocimiento a la diversidad dentro y fuera del Partido
Es necesario comprender que existen corrientes de pensamiento de 
izquierda dentro y fuera del Partido, pero que solo mediante la unidad 
dialéctica pueden ser tratadas tales diferencias. Es con esta 
composición política donde es posible un verdadero diálogo, un verdadero
 consenso nacional, porque allí emerge la necesidad histórica de 
promover el debate permanente de lo que debe ser el socialismo del siglo
 XXI. Con ello enfrentaríamos también un viejo fantasma: “el 
sectarismo”, que daña a lo interno del proceso, y propicia fuertes 
enfrentamientos entre grupos políticos que reclaman cuotas de Poder.
5) Partido policlasista o para la lucha de clases
Un partido que se denomina socialista, debe reconocer dentro de él la 
lucha de clases como elemento central para impulsar las transformaciones
 necesarias. Esto no implica la desaparición física del adversario, pero
 si la concepción clara de que debe desarrollarse una nueva hegemonía de
 la Base Social que históricamente ha sido dominada. En este aspecto el 
Partido no ha sido tan claro, es necesario superar la lógica rentística 
dada a la redistribución de la riqueza que han permitido alcanzar logros
 sustantivos en la sociedad Venezolana, pero no se puede conciliar en 
condiciones de iguales con la Burguesía Nacional, pues ella solo 
defiende sus propios intereses. Recordemos que según el INE la 
composición social del País en los Estratos Sociales D y E representan 
el 69% de la población, por lo que en este núcleo encontramos la 
principal fortaleza del movimiento revolucionario, planteando la 
repolitización como aspecto neurálgico, no para justificar una salida 
agresiva a las crisis sino de conciencia de clase en el pueblo.
6) Reconocimiento explícito del antagonismo con el sistema capitalista e imperialista
La tarea estratégica del Partido debe estar fundamentada en dejar bien 
claro que no existe una vía alterna, ni un capitalismo bueno, mucho 
menos coqueteos con el propio Imperio, el único camino es el Socialismo,
 ya lo planteaba Chávez en el Golpe de Timón, implica por tanto, dejar 
las ambigüedades pragmáticas o tecnocráticas que muchas veces 
argumentadas de razonamientos científicos, pretenden ser contrabandeadas
 ideológicamente como líneas moderadas. No es radicalismo, a lo que se 
refiere tal afirmación sino a la necesidad de precisar el horizonte 
estratégico.
7) Nuevo Orden Económico o Nuevo Modelo Productivo Socialista
Para avanzar en la construcción del socialismo, el debate centrado en 
mecanismos representados por los sistemas financieros, nos apartan de 
las salidas a las crisis permanentes, causadas por las presiones del 
sistema de economía de mercado. Veamos lo que afirmaba Chávez al 
respecto en el Primer Congreso Extraordinario del Psuv (2009):
“¿Ve? si yo hiciera eso rápidamente o desmontáramos el control de cambio
 que es lo que quiere la burguesía y el imperialismo, bueno se irían las
 reservas internacionales en menos de lo que canta un gallo y no habría 
espacio en los puertos para los vehículos que los tienen allá listos 
¡fríos! Nada más esperando para traerlos para acá desde Estados Unidos, 
desde Colombia, desde otros países, etc. ¡Ah! Bueno entonces veríamos en
 diciembre ¡pum! Subió el PIB en Venezuela ¡que bueno! ¿se dan cuenta? 
Esas preguntas hay que hacérselas y luego buscar conclusiones, 
recomendaciones y decisiones ¿vamos nosotros a seguir midiendo la 
economía con ese criterio o con esos criterios? No debemos seguirlo 
haciendo, una Revolución tiene que desprenderse de las armas melladas 
del capitalismo (...) Porque sino el capitalismo termina engulléndose la
 Revolución (...) esos temas deben ser temas para el debate, la 
discusión del congreso, con el gobierno, con el gabinete económico, con 
los vicepresidentes del gobierno, con el presidente del gobierno, con 
las comunidades, con los trabajadores. La clase obrera no puede quedar 
por fuera de toda este debate, esta discusión los distintos sectores del
 país, los productores y productoras.”
Se trata entonces de construir una nueva economía productiva, basada en 
nuevas relaciones sociales de Producción, que combata frontalmente el 
sistema capitalista global. Fue el mismo Chávez quien lo afirmaba en ese
 evento:
“Cuidado con las corrientes esas, que no se definen muy bien, si es 
socialismo, es capitalismo, cuidado con el reformismo. No es reforma que
 estamos haciendo aquí, es revolución, es una revolución (...) No es 
economía de mercado, ni capitalismo humano, ni ponerle caretas al 
capitalismo, no, es liquidar el capitalismo y construir el socialismo. 
De eso se trata (...) Yo decía que hay corrientes, corrientes 
anarquistas, oportunistas, clientelares, capitalistas, infiltradas entre
 nosotros, hay también, hay la no ideología pues, hay la no ideología; 
los que no le hacen caso a la ideología, que ni les va ni les viene, 
cuidado (...) Así como hay ideología capitalista infiltrada, hay no 
ideología, espacios como neutros, que bien aprovecha el enemigo 
ideológico para meterse por allí, así como el anarquismo y el 
oportunismo y la ideología que necesitamos consolidar, precisar bien 
como mapa de navegación, y brújula y rumbo es la ideología socialista 
revolucionaria; la creación de nuestro socialismo, y eso requiere mucho 
estudio, compañeros, eso no es así de soplar y hacer botella.”
8) La formación ideológica y un Sistema Educativo para la liberación
Si en algo hemos fallado es en la construcción de una ideología, no para
 la dominación, sino para la liberación. Ello requiere desprenderse de 
las viejas prácticas partidistas y asumir los retos de proporcionar 
propuestas igualmente no solo para la formación de cuadros, que asuman 
la vanguardia, sino que faciliten la condiciones para la explosión del 
Poder Popular, con mucho sentido autocrítico, pero que además aporte 
significativamente en la construcción del Proyecto Educativo Nacional, 
no para que la estructura del Sistema Educativo Nacional sea un apéndice
 del Partido, sino para que termine de formar seres sociales que 
propicien la mayor suma de felicidad para nuestro pueblo.
9) Internacionalización del Partido
Es imposible hacer la revolución en un solo país, ello requiere un 
movimiento articulado continental y mundial, claramente definido en un 
viraje a la izquierda, para alcanzar el punto de no retorno. Implica 
además retomar la dialéctica desde lo local, lo nacional, lo 
internacional, con procesos de participación amplia que permitan 
transitar de la lógica pasiva y poco influyente de los pueblos, a las 
banderas de liberación definitivas.
10) Conformar una verdadera militancia orgánica no coyuntural
Una verdadera militancia se comprende desde el contesto relacional de 
los actores conscientemente organizados, no desde la perspectiva de una 
nomenklatura que la requiere coyunturalmente para tareas específicas, 
sin direccionalidad estratégica, puramente táctica, mucho menos carente 
de ideología. Hay que trascender la lógica subyacente del militante del 
Partido, para convertirla progresivamente en militante de las causas 
justas de la humanidad, con capacidad de acción y reacción ante las 
agresiones de cualquier tipo que atenten contra el Proyecto Político 
Bolivariano.
11) La verdadera democracia protagónica
La verdadera colectivización en la toma de decisiones es una tarea 
impostergable del Partido, donde se reconozca el liderazgo comunitario 
en su justa dimensión, creando mecanismos de participación amplia para 
resolver los nudos críticos en todas las instancias políticas, que 
definan el rumbo de la Nación, desplazando el caudillismo local o 
regional, y las instancias burocratizadas que han originado descontento 
en la Base Popular. Es definir el Poder Obedencial en términos concretos
 sin medias tintas, y de una vez en un gran proyecto multiplicar el 
liderazgo Bolivariano por toda la geografía nacional.
12) Transitar de la representatividad a la vocería popular
No se pueden seguir eligiendo representantes del Partido, sin el apoyo 
popular y soberano, pero estos tampoco pueden deberse a tal 
representatividad, pues tienen la tarea encomendada de ser voceros del 
sentir comunitario, del consejo comunal, la fábrica, la comuna o de los 
movimientos sociales, cualquier desviación atenta contra las expresiones
 del socialismo que todos queremos, y solo de esta forma podemos 
combatir las aspiraciones personalistas de quien aspire un lugar dentro 
del PSUV. Debe ser una pregunta que no podemos pasar por alta ¿Cuál es 
la conexión entre la vocería del Partido y las Organizaciones de Base?. 
Allí encontramos uno de los aspectos fundamentales a ser discutido.
13) La urgente transformación del Estado Burocrático por uno Comunal
No se puede seguir construyendo una Revolución sobre las Bases y los 
Conceptos del Aparato institucionalizado de la Burguesía, el Partido 
está en la obligación de definir colectivamente la ruta para transitar 
en la superación del mismo, hemos dicho en el Proyecto Político 
Socialista por un Estado Comunal. Chávez (2009) en el Congreso 
Extraordinario del Partido afirmó al respecto lo siguiente:
“Eso sí es verdad que hay que acabarlo y lo más pronto posible, el 
Estado parásito, el Estado burgués, el Estado capitalista y crear un 
nuevo Estado un Estado revolucionario, socialista, que sea una 
maquinaria de construcción del socialismo (...) un Estado popular, un 
Estado liberador no un Estado opresor, represivo, subordinado a la 
burguesía, subordinado al imperialismo; ese es el Estado al que hay que 
acabar, el Estado burgués, el Estado pitiyanqui, utilizado por las 
clases dominantes para atropellar a la clase obrera, a los trabajadores y
 al pueblo.”
14) El concepto de Patria para el Partido
Trascender en la lucha debe ser el legado fundamental del Partido, con 
conciencia de clase hemos dicho, pero también por la construcción de un 
nuevo concepto de Patria, que pretende ser banalizada por la alta 
burguesía, no solo para trasgredir su concepción sino para darle un 
dardo al verdadero corazón del proceso. Chávez (2009) lo afirmaba en 
estos términos: “(...) para nosotros la patria o es socialista, o no 
será patria. Y habrá patria para todos, o patria para nadie como dicen 
los compañeros de Patria Para Todos (...)”. No implica como hemos dicho 
con anterioridad que sea la aniquilación física del otro, entendido este
 como el enemigo de clase, pero si planteado en los términos de 
construcción hegemónica popular.
15) Hacer Revolución de forma Permanente
Si algo nos han enseñado las batallas históricas por mayor justicia 
social, es que están permanentemente atacadas por los mismos intereses, 
lo cual requiere no solo análisis permanentes sino acciones permanentes,
 que apunten hacia construcciones dialécticas que actualicen y permitan 
superar con opciones socialistas las crisis y los peligros que se 
enfrentan.
16) Construir un verdadero Partido en movimiento
Uno de los conceptos más comunes relacionados con el Partido, que por 
cierto se ha reducido al ámbito electoral, se refiere a los Puntos 
Rojos. Es común escuchar la activación de los mismos en los eventos de 
participación democrática. Este ejemplo sirve como referencia, para 
debatir sobre la visión burocratizada y estática a la que se ha llevado 
al Partido. Es una obligación como en algún momento se planteó, 
convertir esta instancia en movimiento que tenga un contacto permanente 
con la sociedad, trascendiendo inclusive su propia militancia, de forma 
tal que sea un verdadero partido del pueblo y no 
institucionalizado-burocratizado.
17) El papel del Poder Constituido y el Poder Constituyente
El papel de las instituciones del Estado actual deben facilitar su 
transformación, y con ello entregar a su vez más Poder al Pueblo, 
cualquier acción en sentido contrario atenta contra los intereses de un 
Proyecto Político Socialista. Chávez (2009) lo dejó bien claro al 
afirmar que:
“No puede haber por ejemplo un solo alcalde socialista, del PSUV, 
gobernador o gobernadora, o alcaldesa, presidente, o ministro, o alto 
funcionario, que llegue a un cargo, bien sea por elecciones o bien sea 
por designación y llegue allí a fortalecer el viejo estado (...) La 
vieja forma de hacer política, o a dejar intacta las redes a través de 
las cuales la burguesía desde hace muchos años se vino asegurando la 
captura, la expropiación más bien de la riqueza nacional, para su 
beneficio.”
18) Las Comunas, El Punto y Círculo y el mar Capitalista
No se puede construir un Estado Comunal sin la construcción de Comunas, 
tampoco es una tarea del Estado Burgués, que es por su naturaleza su 
enemigo de clase. Es una acción concreta del Pueblo, que debe 
desarrollarse a partir de las experiencias donde se ha injertado de una 
forma u otra por mínima que esta sea el Socialismo. El problema 
fundamental seguirá siendo el mar Capitalista al que se refería Chávez 
en el Golpe de Timón, para ello deberemos trabajar de forma organizada 
con formación política que fortalezca la conciencia de clase.
19) Red de Inteligencia Social y Contraloría Popular
Avanzar concretamente en el reconocimiento del liderazgo comunitario es 
entregar Poder directo al Pueblo, y si este lo convertimos en verdaderas
 redes de inteligencia, no habrá fuerza alguna que pueda contra la 
Organización Social, que tiene que ser como hemos dicho, por tanto, un 
colectivo consciente de que el camino es el socialismo.
20) El Papel de la Juventud
Es necesario un nuevo liderazgo emergente, actualizado en el marco de la
 concepción ideológica del socialismo Bolivariano, sin desviaciones 
conceptuales o ambigüedades, que puedan resultar favorables del Sistema 
Dominante, no solamente como relevo generacional, sino que entienda y 
comprenda una nueva forma de hacer política, que supere los viejos 
fantasmas de la Cuarta República siempre presentes.
Estos aspectos pretenden colocar en el tapete elementos de fondo que 
puedan tratarse con profundidad en el Congreso del Partido, no solo 
desde el punto de vista instrumental sino de lo que puede ser por 
definir el rumbo de la Revolución Bolivariana en tiempos en los que se 
presentan fuertes peligros, que por cierto siempre han estado presentes,
 tal como lo decía Chávez en el evento de Propulsores y Propulsoras del 
PSUV en Teresa Carreño en el año 2007:
“Entonces ese es un asesino que tenemos por dentro, es el reformismo 
contrarrevolucionario, por dentro de nosotros mismos. El partido tiene 
que ser capaz de detectarlo y de ir limpiando, creando verdaderos 
cuadros revolucionarios, insertándose junto al pueblo la clase obrera, 
los campesinos, los estudiantes, las juventudes, las mujeres, 
insertándose allí en la masa popular, en las multitudes, impulsando el 
proceso revolucionario (...) Es momento de profundizar, mañana puede ser
 demasiado tarde. Hagámoslo ahora, con resolución, con inteligencia, con
 voluntad, sin que nos detengan obstáculos ni resistencias internas o 
externas. Porque necesitamos profundizar la Revolución (...) Un partido 
además, que no sea el que vaya a controlar al pueblo, sino al revés, un 
partido controlado por el pueblo. No un partido que sea producto de un 
conjunto de siglas, no queremos, como un frente de partidos, es la 
propuesta que hacen algunos; no, vamos a crear un frente de partidos, 
no. Más bien queremos un partido de frentes, un partido de frentes, un 
partido que tenga un frente obrero, frente campesino, un frente de las 
mujeres, un frente de los estudiantes, un frente de los jóvenes, de los 
trabajadores.”
 
 
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