Datos Personales

Nelson Ortega. Venezuela. Rubio, Estado Táchira. (1983), Ingeniero en Informática (Universidad del Táchira UNET), Diplomado en Innovación Tecnológica (Universidad de Oviedo, España). Magíster en Planificación Global (UPEL-IPRGR). Fue Analista de la sala situacional del Ministerio de Industrias Básicas y Minería 2.006, Coordinador de Sistemas del Centro Internacional Miranda 2.007. Profesor - Asesor de Misión Sucre y Universidad Bolivariana de Venezuela. Coordinador General de la Academia de Software Libre. Miembro del Frente Bolivariano de Investigadores, Innovadores y Trabajadores de la Ciencia. Miembro del Centro Nacional de Investigaciones Educativas. Miembro del colectivo del Sistema de Formación Socialista Simón Rodríguez, Miembro de la Plataforma Política Patria Socialista. Gerente de Informática de la Fundación para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología del Estado Táchira (Fundacite-Táchira) 2.007-2.012. Fue Coordinador de la Sala Situacional del Registro de la Gran Misión Vivienda Venezuela en el Estado Táchira (Julio - Agosto de 2011). Investigador de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) (Julio - Diciembre, 2012). Coautor del Libro El delito homicidio en el Estado Táchira entre 1982 y 2012 (Forero y Ortega, 2013). Autor de la Investigación Modelo de Planificación para Promover la Seguridad Ciudadana en la Comunidades vinculadas al Centro de Formación UNES Táchira. Actualmente es Jefe de Estadística de la Dirección de Planificación y Desarrollo de la Gobernación del Estado Táchira, Coordinador de los Comité Estadísticos Estadales, Coordinador de la Revista de los Comité Estadísticos Estadales, Encargado de la Ofensiva Económica en el Estado Táchira, Secretario de la Comisión Estadal para la Lucha contra el Contrabando.

correo: nortega16232@gmail.com

domingo, 16 de septiembre de 2012

Cómo construir un proyecto educativo integral comunitario (PEIC) en seguridad ciudadana

El presente documento tiene por finalidad, contribuir con los docentes de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES), a formular proyectos educativos con la comunidad en seguridad ciudadana.  Se refiere a una primera entrega, que desglosa las actividades a considerar hasta la construcción del proyecto.  Implica de acuerdo a los principios de la Creación Intelectual y Vinculación Social (la Universidad vinculada socialmente, formar para transformar, igualdad, justicia social y democracia socialista, derecho a la seguridad y seguridad de los derechos, protagonismo y poder popular, experimentar para gobernar de otro modo) promover acciones que permitan transformar las realidades comunitarias, que sirvan para la generación de nuevos conocimientos.
Pretende ser una lectura complementaria de otros papeles de trabajo, como Proyectos Sociales Comunitarios en el marco de la Seguridad  del Centro de Formación de la UNES de Catia, y la Línea Base y Tentativa de Hoja de Ruta: PEIC/ Diagnóstico Participativo/ Línea Base/ Línea De Investigación/ Cambio Social del Centro de Formación de la UNES de Táchira.
En este caso fundamental se pretende profundizar sobre la metodología de la investigación acción participación, que acompaña todo el proceso de los proyectos elaborados por los Gran Colectivos de Investigadores.
La investigación acción participación (IAP) como metodología para el abordaje de los proyectos educativos integrales comunitarios (PEIC) en seguridad ciudadana, representa un elemento que para Bonilla (2012) nos refiere al legado de Fals Borda en la conformación de docentes en permanente aprendizaje, en el profundo contexto de generar conciencias, sobre la base de una propuesta de educación popular.
Para Mertens citado por Hernández, Fernández y Baptista (2010) la IAP “debe involucrar a los miembros del grupo o comunidad en todo el proceso del estudio y la implementación de acciones, producto de la indagación” (p. 510).
En este sentido la creación intelectual, vinculación social y formación integral como áreas sustantivas de la Universidad, apuntan en esta dirección, como una forma de darle sentido al quehacer científico, desde una perspectiva política, con un modelo participativo.
Los agentes que intervienen en este proceso son denominados agentes externos e internos (Montero, 2006); los externos son identificados como la comunidad UNES (personal administrativo, obrero, docentes, monitores y discentes) que participan  durante todo el proceso, y los internos se encuentran representados por las comunidades que agrupa un territorio geográfico determinado dentro de la denominada poligonal de intervención.  Aunque los agentes externos son diversos, vale la pena destacar, que son los docentes quienes en conjunto con la comunidad, desarrollan todo el proceso de sistematización para la generación de nuevo conocimiento.
La IAP a efectos de los PEIC en seguridad ciudadana, pudiera desarrollarse en cuatro momentos no lineales y recursivos, como lo son: la familiarización, la problematización, la sistematización y el plan de acción.
Montero (2006) define la familiarización como:
... un proceso de carácter sociocognoscitivo en el cual los agentes externos e internos inician o profundizan su conocimiento mutuo captando y aprehendiendo aspectos de la cultura de cada grupo, a la vez que encuentran puntos de referencia comunes, evalúan los intereses que mueven cada grupo, desarrollan formas de comunicación, peculiaridades lingüísticas y comienzan a desarrollar un proceso compartido ... (p. 78)

La UNES llama a este proceso el anclaje, y para ello propone un grupo de actividades tales como: “Camino y Respiro Mi Comunidad" que significa el primer recorrido por las comunidades de intervención, aplicando en ella la observación participante que no se refiere a la toma de notas sin criterio, sino manteniendo claros los objetivos de la investigación, por qué investigamos y observamos algo (Montero, 2006), "El Café y la Conversa son Gustos Comunes" lo cual implica el diálogo con los diferentes grupos sociales de la zona,  "Camino y Vivo Mi Comunidad" segundo recorrido por las comunidades de intervención, "Caimanera, Tertulia y Juerga. A La Comunidad se Llega" sobre la convivencia en los espacios donde hace vida la comunidad, y “Hablemos Claro” referente a la reunión con las Organizaciones Sociales e instituciones de las regiones.
Resulta muy común caer en el error de pensar sobre la linealidad de los momentos definidos en la IAP, y más aún grave cuando pudiéramos dar por concluido el anclaje comunitario, ya que si lo perdiéramos ignoraríamos la participación de los agentes internos como sujetos de transformación de su realidad.  Si esto ocurriera, debemos volver a la familiarización independientemente del momento donde nos encontremos; de allí la recursividad de la IAP.
Luego de haber obtenido el anclaje comunitario, resulta necesario iniciar el proceso de identificación de necesidades, en este momento iniciamos el diagnóstico en la problematización (Montero, 2006),  desde la perspectiva de Ander-Egg (1995) como nunca acabado y en permanente actualización.
Para Montero (2006) las necesidades representan un juicio de valor, las circunstancias concretas en el contexto que lo originan que surgen del desajuste entre expectativas y condiciones de vida, “... son también estados motivadores de la acción para satisfacer la carencia, solucionar el problema, corregir el daño, superar la acción negativa.” (p. 94).
Las necesidades se clasifican de acuerdo a Bradshaw (1972) en: normativas o inferidas fijadas por expertos de acuerdo criterios determinados, comparadas entre comunidades, y expresadas como aquellas carencias o problemas que las personas manifiestan.
Sin embargo no solo se trata de definir necesidades, Montero (2006) se refiere también a:
...  conocer sus orígenes, sus soluciones y también la vialidad, dificultad que representan en la situación en la que se vive, en la sociedad concreta en la que se habita, de tal manera que esas situaciones dejen de ser naturales.  Se busca en fin generar una conciencia respecto de la necesidad, ya que esta sólo puede sentir, y es la conciencia la que permite ver. (p. 99)

Dentro de las actividades propuestas por la UNES en este momento, podemos mencionar los “Talleres Pura Vida Parroquia” donde se determinan los factores estructurales, situacionales e  institucionales, y “Dame Dato” que se refiere a los  contactos con las diferentes instituciones para ubicar datos de las zonas de intervención.
Estas dos actividades llevan una carga contradictoria entre necesidades sentidas y normativas, que deben ser resueltas a través de una intervención ideológica (Montero, 2006).  Dado que, de lo que se trata es de producir conciencia y concientizar, bajo la premisa de Freire, podemos indicar que, la valoración de los expertos debe ser apropiada y discutida por la comunidad, a través del cual se pudieran percibir necesidades no sentidas, y por otra parte la sistematización de las expresiones de las personas en el contexto comunitario, de nuevo para generar una apropiación colectiva del conocimiento.
Para Montero (2006) no es suficiente identificar las necesidades, se requiere jerarquizarlas, y para ello se deben aplicar distintas técnicas, tales como; el cuestionario en casos de cientos o miles de habitantes, en el caso de grupos menores se pueden realizar asambleas de ciudadanos y ciudadanas, reuniones de grupo y técnicas de grupos nominales.
Vale la pena destacar que el uso técnicas cuantitativas como el cuestionario, sirve tan solo como medio para la jerarquización de las necesidades, no para emitir las conclusiones definitivas de la investigación.  Esto implica además desarrollar un proceso de validación comunitaria donde se presenten los resultados de la misma, y sobre ella se puedan realizar discusiones posteriores.
En los pasos consecutivos del desarrollo de la investigación, donde se requiera la muestra, esta en el paradigma cualitativo para Ibañez (2006) es:
... la representación de colectivos o comunitaria que relaciona conjuntos de sujetos ... cada individuo es un nodo en que se constituye como perspectiva compleja y al mismo tiempo parcial ... representa así una 'clase' o categoría social ... La 'comunidad'  o el colectivo no pueden describirse como un conjunto de individuos, sino como conjuntos de modalidades típicas y específicas de la subjetividad, sostenida en las concretas relaciones que el colectivo tiene con otros colectivos o internamente entre sus componentes. (p. 23)

Una vez hemos avanzado en la jerarquización de las necesidades, iniciamos el proceso de problematización entendido como la forma:
 ... de generar situaciones en las cuales las personas se vean forzadas a revisar sus acciones u opiniones acerca de hechos de su vida diaria visto como normales ... inicia la generación de una posición política ...  es un proceso total ... que se da en relación ... entre agente externo e interno (Montero, 2006, p. 231).

Montero (2006) propone algunos procedimientos para la problematización como: (a) análisis de construcciones artesanales o de representaciones pictóricas de la comunidad; en la que todos puedan expresar sus ideas mediante un colage o dibujo grupal, observando y tomando nota de lo que ocurre, donde los agentes externos puedan presentar preguntas problematizadoras, y en conjunto con los agentes internos  desarrollar las conclusiones, y (b) la reunión de discusión-reflexión colectiva crítica necesarias para la desnaturalización y desideologización, fundamentales en el proceso de concientización.
La problematización conlleva la identificación de categorías para la intervención comunitaria y transformación de la realidad, pues de ellas se derivan los objetivos, que en el caso particular de los PEIC en seguridad ciudadana estarán relacionadas con los programas y campos de conocimiento de la UNES. 
Hasta este punto Hernández, Fernández y Baptista (2010) lo denominan el Primer ciclo: detectar el problema, tal como se puede visualizar en el gráfico 1.

Gráfico 1. Primer ciclo de la IAP. Tomado de Hérnandez, Fernández y Baptista (2010).

Además para Creswell citado por Hernández, Fernández y Baptista (2010) debe ser capaz de generar las preguntas de investigación, de la cual se derivan los objetivos, para los cuales sugiere usar palabras relacionadas con un trabajo exploratorio (“razones”, “motivaciones”, “búsqueda”, “indagación”, “consecuencias”, “identificación”, entre otros), con verbos que propongan acciones para la comprensión, por ejemplo: “describir”, “entender”, “desarrollar”, “analizar”, “descubrir”, “explorar”, etcétera, considerando la mención de los participantes y el lugar de estudio.  Estos objetivos son de carácter cualitativo.
Esto nos leva a otro momento de la IAP, relacionado con el Plan de Acción, allí se esbozan los objetivos, estrategias, acciones, recursos y cronograma de actividades.  El gráfico 2 nos muestra el segundo ciclo.

Gráfico 2. Segundo ciclo de la IAP. Tomado de Hérnandez, Fernández y Baptista (2010).

En este sentido la planificación que se asume para la IAP es la estratégica, bien sea situacional o corporativa, tienen la particularidad, que deben ser participativas desde su inicio hasta la generación de estrategias, involucrando tanto a los agentes externos como a los internos.  Adicionalmente, tiene presente elementos de marco lógico, que permiten concretar su viabilidad.
En este sentido si se decide abordar la planificación estratégica corporativa (PEC) deben identificarse en conjunto con la comunidad las debilidades, oportunidades, fortalezas y amenazas, y a partir de allí generar estrategias, originadas de los cruces correspondientes, tal como se muestra en el gráfico 3.

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ANÁLISIS DE ENTORNO
OPORTUNIDADES
AMENAZAS


ANÁLISIS INTERNO
FORTALEZAS


ESTRATEGIAS FO: UTILIZAR LAS FORTALEZAS PARA APROVECHAR LAS OPORTUNIDADES
ESTRATEGIAS FA: UTILIZAR LAS FORTALEZAS PARA EVITAR LAS AMENAZAS
DEBILIDADES


ESTRATEGIAS DO: SUPERAR LAS DEBILIDADES PARA APROVECHAR LAS OPORTUNIDADES
ESTRATEGIAS DA: REDUCIR AL MÍNIMO LAS DEBILIDADES Y EVITAR LAS AMENAZAS

Gráfico 3. Esquematización de las orientaciones para la toma de decisiones. Tomado de Conceptos de Administración Estratégica (p. 60) por F. David, México: Pearson-Prentice Hall.

Si se opta por la planificación estratégica situacional (PES), para Matus entrevistado por Huertas (1996) esta requiere identificar cuatro momentos: (1) el explicativo que refiere a las causas y diagnóstico del problema, (2) el normativo donde se visualizan los escenarios posibles, (3) el estratégico que indica el cómo alcanzar esos escenarios, y (4) el teórico – operacional que describe los pasos para la consecución de la situación objetivo.
En el caso de los PEIC en seguridad ciudadana, el objetivo general corresponde a la visión total comunitaria, mientras que los objetivos específicos se conciben a partir de las necesidades y problemas que requieren transformación, los cuales se encontrarán asociados a un programa, campo de conocimiento y área problematizadora.  Esto implica además que las estrategias no son generales sino que corresponden a cada objetivo, por lo que requieren ser agrupadas de tal manera. Los gráficos 4 y 5 describen este proceso.

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¿Cuál es la necesidad o problema?
¿Cuál es la pregunta de investigación
¿A qué programa de la UNES corresponde esa necesidad o problema?
¿A qué campo de conocimiento de la UNES corresponde esa necesidad o problema?
¿A qué área problematizadora del campo de conocimiento de la UNES corresponde?
¿Cuál es el objetivo planteado?
¿Cuáles son las estrategias para abordar el objetivo planteado?
¿Cuáles son las acciones a desarrollar para aplicar cada estrategia?
¿Cuáles son los recursos que requiero para desarrollar cada acción?

Gráfico 4. Elementos del Plan de Acción. Elaboración propia.


-->Gráfico 5. Diagrama del Plan de Acción. Elaboración propia.

 Es necesario destacar que la totalidad representada por el objetivo general del PEIC, pudiera convertirse en una línea investigación, que para Bonilla (2001):
... no es otra cosa que la consecuencia lógica de varios puntos de trabajo complementarios y orientados a un mismo fin, que permiten determinar una intencionalidad indagatoria a mediano plazo ... desarrollados por individualidades, colectivos o ambos ... no es el punto de partida investigativo, sino la conclusión de un primer momento de búsqueda. (pp. 112 -113)

Otro momento de la IAP está referida a la devolución sistémica, para ello resulta necesario definir la sistematización, que para Latorre citado por Cifuentes (1999) se refiere a un método de investigación que busca obtener conocimiento científico de una realidad social, y que requiere de la experiencia y la reflexión.

Cada circunstancia es única e irrepetible, por lo que un proceso metodológico de sistematización es complejo.  Por ello resulta indispensable contar con un proyecto de que permita desarrollar esta actividad, de forma tal que podamos obtener un nuevo conocimiento, de acuerdo a los objetivos planteados por la investigación.
Para Capó, Arteaga y García (2010) el proyecto de sistematización debe incluir: la delimitación de la experiencia a sistematizar, que para los PEIC será en consecuencia la seguridad ciudadana y la convivencia en una comunidad de la poligonal del Centto de Formación de la UNES Táchira,  la identificación de los ejes centrales de la sistematización referidos a los programas de la Universidad, la conformación de preguntas problematizadoras relacionadas con los ejes, análisis e interpretación crítica de la experiencia para lo que se requiere por tanto sumergirse en la indagación y relación entre teoría y práctica, las conclusiones del proceso de problematización, y la proposición de acciones transformadoras, tanto a la descripción del cómo se desarrolló el proceso de generación del plan, y cuál es el mismo.
Los resultados de la investigación son de carácter descriptivo y narrativo de la experiencia vivida, sin embargo estos temas serán tratados en una próxima entrega relacionada con el desarrollo de los PEIC en seguridad ciudadana.
En conclusión, la IAP para la elaboración de PEIC en Seguridad Ciudadana, responde al paradigma cualitativo, para la cual resulta necesario desarrollar un  momento de familiarización; proceso de anclaje comunitario, que debe permanecer durante toda la investigación, otro momento de problematización a partir de las necesidades y su respectiva jerarquización, identificando los programas, campos de conocimiento y área problematizadora de la UNES, relacionadas con las preguntas de investigación. Adicionalmente se encuentra el momento de sistematización, que debe comprender un proyecto qué defina los elementos a considerar.  Finalmente, el momento del Plan de Acción permite plantear los objetivos, estrategias, acciones y recursos necesarios.  De esta manera la construcción del PEIC estaría culminado y preparado para su desarrollo, que no es otra cosa que la transformación de la realidad comunitaria.

Referencias Bibliográficas
Aguilar, M. y Ander-Egg, E. (1995). Diagnóstico social. Conceptos y metodología. Buenos Aires: LUMEN
Bonilla, L. (2001). Gerencia Investigación y Universidad. Caracas: Ministerio de Ciencia y Tecnología
Bonilla, L. (Conferencista) (2012). Curso introductorio a la Maestría en Educación Comparada. [Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=7WGPFgXT9Xo]. Caracas: CIM
Canelones, C. (Coord.) (2006). Metodologías de investigación social. Santiago: LOM
Capó, W., Arteaga, B. y García H. (2010). La sistematización de experiencias: un método para impulsar procesos emancipadores. Caracas: El Perro y la Rana
Cifuentes, G. (1999). La sistematización de la práctica del trabajo social. Buenos Aires: LUMEN
David, F. (2003). Conceptos de Administración Estratégica (9na. Ed.). México D.F.: Pearson-Prentice Hall.
Hernández, R., Fernández, C. y Baptista P. (2010). Metodología de la Investigación (5ta. Ed.). México D.F.: McGraw-Hill
Huertas, F. (1996). El Método PES. Entrevista a Carlos Matus. Santiago: Autor
Montero, M. (2006). Hacer para transformar. El método en psicología comunitaria. Buenos Aires: PAIDOS





Hacia la construcción de una metodología para la elaboración de planes comunales de seguridad ciudadana y convivencia


Plantear un modelo de seguridad ciudadana, bajo una concepción liberadora, implica transformar los modos sobre los cuales se han desarrollado las políticas públicas en el área.  Esto requiere superar a través de la participación comunitaria los problemas que generan violencia, y las formas de convivencia que no contribuyen sustantivamente en la superación de los mismos.
En este sentido, la construcción de políticas públicas de seguridad ciudadana en Venezuela, han sido formuladas a partir de la concepción del Estado de Weber (1919), que lo expresa en términos de la monopolización dentro de un territorio, de la violencia física legítima como medio de dominación, por tanto, beneficiando particularmente a la clase burguesa, a partir de acepciones generalizadas establecidas por la sociedad capitalista, que ni siquiera han sido científicas; razón por la cual la subjetividad de las clases dominantes ha imperado en la toma de decisiones.
La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (2000) en su artículo 55 indica lo siguiente:
Toda persona tiene derecho a la protección por parte del Estado, a través de los órganos de seguridad ciudadana regulados por ley, frente a situaciones que constituyan amenaza, vulnerabilidad o riesgo para la integridad física de las personas, sus propiedades, el disfrute de sus derechos y el cumplimiento de sus deberes (...) La participación de los ciudadanos y ciudadanas en los programas destinados a la prevención, seguridad ciudadana y administración de emergencias será regulada por una ley especial.

Este artículo deja entrever que la seguridad ciudadana es política de Estado, pero abre el camino para la participación comunitaria en su construcción.
Al respecto la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) indica que este espacio educativo “no sólo constituye una necesidad de cara a dar respuestas efectivas a los problemas generados por las distintas formas de violencia, sino primordialmente es un elemento fundacional de una nueva manera de entender el proceso democrático en nuestra sociedad y el rol que juegan en él dichos organismos públicos” (UNES, p. 20).   Igualmente plantea en sus objetivos: “Impulsar la participación protagónica del pueblo venezolano en la formulación, ejecución y evaluación de políticas públicas en materia de seguridad” (UNES, p. 23), es decir que se adhiere al modelo de democracia venezolana.
Siendo la UNES la institución propuesta para abordar de manera científica los problemas referentes a la seguridad ciudadana y violencia, la misma constituye el principal ente asesor para la generación de propuestas a desarrollarse institucionalmente con el fin de atender estas áreas.  Si la proposición se asume bajo los confines del recinto universitario, ignorando la participación ciudadana, los resultados pudieran dirigirse de acuerdo a las interpretaciones de la realidad que realizan los investigadores, que siguen viendo a la comunidad como objeto de investigación; lo que haría vulnerable el nuevo modelo.
Esto exige que la comunidad sea partícipe y sujeto de la transformación de su realidad concreta, produciendo nuevo conocimiento, que determine nuevas formas del hacer, a partir de la acción colectiva, superando las visiones de la construcción exclusivamente individual del quehacer científico. 
Dos Santos (2007) argumenta que la:
(...) concepción del saber local ha tenido fuertes críticos, que afirman que el saber es una construcción híbrida y exigen un enfoque diferente de los saberes, en una perspectiva situacional.  La lógica binaria subyacente en el modo científico de reflexionar plantea una construcción del mundo que estructura profundamente las representaciones del conocimiento en los contextos en los que este es producido.  Esta forma de concebir el saber es fruto del modelo cartesiano, que divide el mundo entre el sujeto que sabe y el objeto que va a ser estudiado.  En esta perspectiva todos los conocimientos son socialmente construidos -o sea, son el resultado de prácticas socialmente organizadas que implican la movilización de recursos materiales e intelectuales de diferentes tipos, vinculadas a contextos y situaciones específicas- (...)  Debido a que el conocimiento científico ha sido definido como el paradigma del conocimiento y el único epistemológicamente adecuado, la producción del saber local se consumió como no-saber, o como un saber subalterno. (p. 24)

Para Gómez (2008) los elementos a tomar en cuenta para la construcción de políticas de seguridad ciudadana son las siguientes: (a) debe generar valor público, (b) debe generar capital social, (c) coordinación interinstitucional e instrainstitucional, (d) consustancialidad con otras políticas públicas, (e) integralidad, (f) responsabilidad local, (g) corresponsabilidad como principio rector de la política, las estrategias y las acciones en seguridad ciudadana, importancia de las normas, y (h) la participación ciudadana.
Al asumir transversalmente estos elementos, la importancia que tiene la participación comunitaria es fundamental para la conformación de un nuevo Estado.  Al respecto Bonilla y El Troudi (2004) indican que:
Un Estado de nuevo signo, que haga honor al modelo político de democracia participativa y protagónica, promueve modelos de gestión alternativos, que en nuestro caso consideramos se orientan hacia la gestión de pirámide invertida y la horizontalidad dialógica en sus procesos de toma de decisión.. (p. 12)

Los procesos de participación comunitaria representan un elemento esencial para el ejercicio de la democracia directa y la solución de los problemas propios de la localidad. Esto requiere que la planificación se desarrolle de manera participativa, a lo que Harnecker (2009) se refiere como el “(...) proceso donde la comunidad participa en forma activa y decisoria en la elaboración del plan de desarrollo de la comunidad (p. 7)”.
La planificación en el caso de seguridad ciudadana al no orientarse exclusivamente hacia la solución de los problemas, sino a la garantía de poder mantener en el tiempo las transformaciones positivas, se circunscribe dentro del enfoque estratégico, pero al mismo tiempo considerando a la comunidad como sujeto de acción durante todo el proceso, es en consecuencia participativa.
Una visión estratégica sugiere en un principio la necesidad de un acompañamiento permanente, en el sentido de abordar con la comunidad a través de la Investigación – Acción - Participación todo el proceso, reflejado en los cuatro momentos recursivos planteados por Montero (2006): familiarización, problematización, devolución sistémica y plan de acción.
En la familiarización los agentes externos estarían determinados por miembros del entramado institucional que se vincula con el tratamiento de las políticas públicas en materia de seguridad ciudadana, y los agentes internos por miembros activos de la comunidad.
Durante la problematización se deben haber identificados los principales problemas y necesidades, que deben ser igualmente presentados a la comunidad a través de una devolución sistémica y su respectiva validación.
Una vez validados los factores de violencia e inseguridad, se asumen para su transformación, y el plan de acción sobre la base estratégica y de forma participativa permite identificar las estrategias que se desglosarán en políticas y proyectos concretos, que serán desarrollados de forma conjunta y articulada con el entramado institucional existente.
Los proyectos de mayor complejidad pudieran responder al plan de la comuna o planes regionales, y los de más ocurrencia pudieran desarrollarse como una política nacional.
Esto evitaría el solapamiento de acciones que van en contrasentido, ya que por un lado se genera la política nacional y al mismo tiempo la comunidad tiene la necesidad de transformar su realidad.  Ese doble esfuerzo desarticulado inhibe los resultados que pudieran generarse a través de soluciones integradoras.
La seguridad ciudadana como elemento para la consolidación del Estado Comunal debe apuntar en la generación de políticas públicas orientadas sobre la base de la participación ciudadana, y someter la institucionalidad al poder obedencial de los pueblos.  La planificación es el primer paso para la transformación.

Bibliografía
Bonilla Molina, L. y El Troudi, H. (2004). Educación en Economía Social. Caracas: Gato Negro.
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. (1999). Gaceta Oficial de la República Bolivariana de Venezuela, 5453, marzo 3, 2000.
Harnecker, M. (2009). Planificación participativa en la comunidad. Caracas: Centro Internacional Miranda
Lanz, R. (Comp.). (2007). Debate abierto sobre Misión Ciencia. Caracas: Autor.
Montero, M. (2006). Hacer para transformar. El método en psicología comunitaria. Buenos Aires: PAIDOS
Rivera, F. (Ed.). (2008). Seguridad Multidimensional en América Latina. Quito: FLACSO
Universidad Nacional Experimental de la Seguridad. Documento Fundacional UNES. Caracas: Autor
Weber, M. (1919). La ciencia como vocación y La política como vocación.

lunes, 3 de septiembre de 2012

Breve análisis de la propuesta de Capriles


 A pesar de que el lobo intente disfrazarse de cordero, deja entrever sus garras en los diversos ángulos desde donde se pueda apreciar. La oposición venezolana le ha construido el discurso a Capriles desde la extrema derecha, y no es retórica política; es un proceso que se ha venido generando consecuentemente, como aquel que te dice que te hace daño, pero que lo hace por tu bien. Así es la Burguesía; cínica y mentirosa, tratando de envolver en papel celofán lo que a la luz puede verse claramente, y pobre de aquellos ingenuos que crean que por salir de Chávez están eligiendo un mejor camino.

Lo cierto es que la campaña publicitaria, por muy adornada que esté al mejor american way life, nos eriza la piel, al descubrir como las frases “mano dura” o un “mercado fuerte”se adueñan del escenario político prometido por la oposición. Ahora qué significan estas dos frases: por un lado muestra dos escenarios de agresividad con un enfoque de seguridad ciudadana represivo, que sustenta la excusa perfecta para minimizar cualquier resistencia ante una crisis de gobernabilidad, y por otro la representación más consolidada del neoliberalismo, para disminuir el poder del Estado en los asuntos económicos donde el capital prevalezca ante todo. Es una combinación de las políticas más cruentas de seguridad ciudadana de los años sesenta y del paquetazo neoliberal de los noventa del siglo XX; en todo caso ambos hechos fueron sangrientos, cuya principal víctima fue nuestro pueblo. No es difícil predecir que ocurriría ante un hipotético triunfo de la derecha.

Adicionalmente dentro de las propuestas del Programa de Gobierno de Capriles se expresa claramente su deseo de tener un “sector privado fuerte” y un “sector público fuerte que promueva y oriente la iniciativa privada”; esto se traduce en una propuesta de privatización de la economía nacional, que sin duda llevaría a un despido masivo de trabajadores que pertenecen al sector público, probablemente lo harían privatizando PDVSA, CVG, SIDOR, CANTV, CORPOELEC, entre otros; y eliminando las Misiones Sociales, como una primera fase que disminuiría la capacidad del Estado de dar respuesta a las demandas de la sociedad, y que alentaría el poder de las clases dominantes.

Veamos ahora la propuesta llamada “Plan tu segunda oportunidad”, que significa la más aberrante explotación sobre los adultos mayores; mientras el candidato de la derecha promete trabajo hasta morir, la revolución Bolivariana sigue dignificando a las personas de tercera edad con una pensión digna, que sigue siendo cada día una política más revolucionaria.

Así mismo Ricardo Villasmil Jefe del Programa de Gobierno del Comando Venezuela afirmó que “la legalización del mercado paralelo de divisas en Venezuela sería una de las primeras medidas del opositor Henrique Capriles de llegar a la silla presidencial (...) erradicaría el control a la compra-venta de divisas vigente desde 2003, aboliría progresivamente un congelamiento de precios (...) ” (vea: http://economia.noticias24.com/noticia/100061/capriles-radonski-legalizaria-tipo-de-cambio-paralelo-de-ser-electo-presidente/). Esto demuestra que el mantenimiento de las misiones como mercal se haría insostenible bajo esta premisa, y un incremento inflacionario sería la consecuencia inevitable de esta medida. No sólo las clases más pobres, sino la clase media, se verían duramente afectadas.

Más alarmante resulta el documento denominado “Lineamientos del Programa de Gobierno de la Unidad Nacional en Materia Económica”, denunciado por David De Lima (vea en: http://www.ciudadccs.info/wp-content/uploads/DOC-ACCIONES-ECON%C3%93MICAS-MUD.pdf), miembro de la oposición Venezolana, que a pesar de ser rechazado por el Economista José Guerra su autoría, basta revisar los registros audiovisuales de este personaje, para encontrar de manera coincidente su pensamiento económico con lo reflejado en las líneas del texto. En este documento se denominan “inviables” las misiones sociales, la liberación de las tasas de interés, la disminución de las carteras obligatorias para los créditos de los sectores productivos por parte de la banca privada, “transferencia” de bienes y servicios al sector privado (principalmente en salud y educación), suspensión del subsidio de vivienda, un esquema petrolero “desprovisto del ideologizante nacionalismo”, “incremento gradual” de las tarifas del sector eléctrico, “ajuste gradual de tarifas del transporte público masivo”, creación de un nuevo sistema de seguridad social con “pensiones mínimas financiado con recursos públicos (...) y no incorporar a más personas que no hayan completado la cotización (...)”, “suprimir (...) todos los controles de precios (...) indispensable (...) devaluación y pronta liberación del control de precios”.

Este texto, es solo una toma de algunas pequeñas frases que se han dejado ver a lo largo de la campaña, pues no hay duda, de que todas estas medidas, son un paquetazo económico, social y político, que pudiera conducir al país a una crisis sin precedentes, recordando que quienes pretenden gobernar el país, no sólo representan el legado de la IV República, sino la oligarquía más apátrida ubicada en el este del este de Caracas.

Dime de qué haces alarde, y te diré de que careces”. Refrán Popular