Datos Personales

Nelson Ortega. Venezuela. Rubio, Estado Táchira. (1983), Ingeniero en Informática (Universidad del Táchira UNET), Diplomado en Innovación Tecnológica (Universidad de Oviedo, España). Magíster en Planificación Global (UPEL-IPRGR). Fue Analista de la sala situacional del Ministerio de Industrias Básicas y Minería 2.006, Coordinador de Sistemas del Centro Internacional Miranda 2.007. Profesor - Asesor de Misión Sucre y Universidad Bolivariana de Venezuela. Coordinador General de la Academia de Software Libre. Miembro del Frente Bolivariano de Investigadores, Innovadores y Trabajadores de la Ciencia. Miembro del Centro Nacional de Investigaciones Educativas. Miembro del colectivo del Sistema de Formación Socialista Simón Rodríguez, Miembro de la Plataforma Política Patria Socialista. Gerente de Informática de la Fundación para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología del Estado Táchira (Fundacite-Táchira) 2.007-2.012. Fue Coordinador de la Sala Situacional del Registro de la Gran Misión Vivienda Venezuela en el Estado Táchira (Julio - Agosto de 2011). Investigador de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) (Julio - Diciembre, 2012). Coautor del Libro El delito homicidio en el Estado Táchira entre 1982 y 2012 (Forero y Ortega, 2013). Autor de la Investigación Modelo de Planificación para Promover la Seguridad Ciudadana en la Comunidades vinculadas al Centro de Formación UNES Táchira. Actualmente es Jefe de Estadística de la Dirección de Planificación y Desarrollo de la Gobernación del Estado Táchira, Coordinador de los Comité Estadísticos Estadales, Coordinador de la Revista de los Comité Estadísticos Estadales, Encargado de la Ofensiva Económica en el Estado Táchira, Secretario de la Comisión Estadal para la Lucha contra el Contrabando.

correo: nortega16232@gmail.com

sábado, 2 de noviembre de 2013

¿De cuál Socialismo habla Dietrich?

Promover el debate, la crítica y la autocrítica es una tarea ineludible de cualquier revolución socialista, si se desea construir sobre los cimientos de una sociedad que requiere transformaciones profundas para combatir las profundas desigualdades que genera un sistema capitalista, que adopta múltiples facetas para reproducirse y alienar nuestra cultura y forma de vida.

Sin embargo, cuando la excusa de ella se utiliza para justificar eufemismos reformistas que van en contraposición de una propuesta realmente socialista, y que por el contrario alimentan la tesis del fin de la historia, se deben abrir las luces del debate profundo. Tal es el caso Heinz Dietrich, quien hasta el momento se le acuñaba como uno de los principales “ideólogos” del Socialismo del Siglo XXI, que de acuerdo a sus últimas posturas sobre el caso de la economía venezolano ha propuesto un conjunto de medidas económicas, que van en detrimento de un proyecto político socialista, y que contradicen el histórico de sus declaraciones.

En principio Dietrich había venido refiriéndose sobre el modelo económico Venezolano, desde la época del Presidente Chávez por asociarlo con parámetros relacionados con la socialdemocracia, hasta este punto con razones argumentadas en una fuerte inversión social, el control estatal de la economía y la baja eficiencia en el incremento de la productividad nacional, pero que en el fondo no transformaban el modelo económico nacional. Sin embargo lo recientemente planteado por este actor está muy lejos de los planteamientos de Marx, Gramsci y otros tantos intelectuales del socialismo, pues propone liberar las importaciones, flexibilizar la tasa de cambio para que fluctúe bajo la lógica de la oferta y la demanda, que según automáticamente resolverá los problemas económicos del país. Entonces valdría la pena preguntarse si eso que plantea Dietrich se parece más al Socialismo, o a cualquier paquetazo neoliberal, porque resulta incongruente confrontar el modelo económico venezolano por afirmar que el mismo está inserto en una socialdemocracia y por el contrario plantear alternativas que lejos de apartarlo lo estimulen.

Es claro que el modelo económico venezolano sufre fuertes presiones, es necesario superar barreras como el anclaje cambiario para evitar las macro-devaluaciones, evitar el subsidio a la Burguesía Parasitaria Nacional, estimular la producción nacional, a la par que se transforma la composición del sistema económico nacional con una real participación de la Economía Social, con lógicas que sean determinadas por los propios trabajadores. Lo cierto es que nada de eso plantea Dietrich en sus propuestas que parecen más las del FMI que las del Socialismo del Siglo XXI.

Otro planteamiento del autor está relacionado con la frase “economía para los economistas”, entonces valdría la pena preguntarse ¿y el pueblo qué?, parte de la crisis actual pasa por no haber identificado a tiempo los verdaderos adversarios y enemigos de clase de la revolución, dentro de las categorías del marxismo, o es que acaso ¿es posible un socialismo sin tales aseveraciones?.

Más preocupante son los tiempos que plantea Dietrich, para la toma de medidas económicas planteadas, que parecen más un paquetazo que otra cosa, pues habla de dos semanas ¿qué sabrá el autor que nosotros no sabemos?, en un artículo previo le había dado hasta marzo, parece que alguien adelantó el reloj.

Lo cierto es que ni Maduro es Gorbachov, ni Venezuela es la URSS, y aunque estemos aún lejos de concretar un verdadero proyecto político socialista, lo que si se debe tener claro es que cualquier medida económica se debe realizar con conciencia de clase y con el pueblo al lado, eso nos enseñó Chávez.

“Dócil como la paloma y astuto como la serpiente”.

Hugo Chávez

Presidente Maduro: Es tiempo de definiciones

¿Quién dijo que iba a ser fácil?. Este trajinar de los últimos meses, y probablemente de los últimos años, luego del desafortunado hecho a prueba al que la historia nos destinó por la desaparición física del Comandante Chávez, no tenía otro escenario posible que no fuera el de la incertidumbre, las indefiniciones, los errores (de buena fe o no) y las posiciones encontradas a la falta de un liderazgo tan claro que unía tantas voces y tantas corrientes, y que frenaba tantas locuras como locos aparecieran en el camino.

Esto durante los últimos meses condujo inesperados cambios, digamos virajes en la política nacional, quizás propio del reacomodo de las fuerzas políticas, ante un escenario que ninguna de las fuerzas existentes estaba preparado, consciente o no de que fuera un hecho probable. El resultado ha sido para el movimiento revolucionario de base muy desconcertante, fundamentalmente por el escenario económico que se ha presentado, porque si bien es cierto se tiene presencia de una guerra económica, las medidas tomadas no han sido consecuentes con las esbozadas los pasados catorce años de Revolución Bolivariana.

Sin embargo, el discurso del Presidente Nicolás Maduro del pasado 19 de septiembre de 2013, comienza a dar claros indicios de que las presiones del Imperio y sus lacayos locales no se conforman con migajas y pretenden enrolar el destino de la patria por los caminos oscuros de los viejos coloniajes. También muestra claramente en su línea discursiva una imagen mucho más coherente, fresca y consecuente con el legado del Comandante Chávez. Hecho que aplaudimos considerablemente quienes muchas veces nos hemos sentido desconcertados por las acciones que poca claridad ha presentado el ejecutivo en su Proyecto Político, y que tienen que ver con la construcción del socialismo.

Ahora debemos emprender un nuevo rumbo, que permita retomar la senda que con Chávez transitábamos sin medias tintas, inclusive atreviéndonos a inventar e innovar, profundizando el socialismo como bandera en todos los terrenos. En tal sentido es pertinente realizar una serie de reflexiones que contribuyan en el debate que tanta falta nos hace para seguir construyendo patria, esa misma que soñó Bolívar, esa misma que soñó Chávez, esa misma que debe soñar Maduro.

La verdadera unidad nacional patriótica y la lucha anti-imperialista

No hay posible pacto de unidad nacional vacío, como si se tratara de un juego de maniqueos de sectores de poder. Desde la aparición de Chávez en el espectro político, se convirtió en símbolo de las luchas rebeldes que trascienden los escenarios nacionales, y su bandera anti-imperialista hoy se activa en el sentimiento de los pueblos nuestroamericanos una vez las águilas gringas asoman sus garras, y con ello despierta nuestro patriotismo. Recordemos lo que Chávez nos decía en su discurso del 8 de diciembre: “somos revolucionarios, somos socialistas, somos humanos, somos muchas cosas pero en esencia, patriotas”

La necesidad de volver a las raíces del proceso Bolivariano

Hemos perdido estos meses parte de nuestras esencias. La construcción colectiva implica procesos de reflexión y debate profundo de toda una sociedad. La dirección colectiva solo tiene sentido si se manda obedeciendo, y esto se logra si realmente se escucha al pueblo, y para poder hacerlo debe haber un método que permita dinamizar tal acción, si no sería apropiarse inadecuadamente de esta expresión, pues sería una forma de demagogia política que lejos de sumar divide, y lejos de construir destruye.

La reflexión crítica y autocrítica

Igualmente estos últimos meses algunos compañeros con voces críticas del proceso han prácticamente desaparecido del escenario público, y han dejado de ser referentes como un día lo fueron para Chávez, aunque muchas veces el mismo no estuviera de acuerdo con sus opiniones siempre estaba dispuesto a desarrollar un proceso dialéctico, para que los puntos de vista de la izquierda nacional e internacional reflexionaran sobre los aciertos y desaciertos de la revolución Bolivariana. Es necesario empezar a resarcir los espacios críticos y reflexivos, por cierto siempre leales al proceso, para que tengamos puntos de discusión sobre los escenarios políticos nacionales e internacionales, y hagamos uso de las mejores estrategias de manera coherente con la construcción del socialismo, y no dejemos ventana alguna posible donde se pueda colar el Gran Capital vestido de oveja.

Luchar contra la restauración del capitalismo y los agentes internos de la derecha endógena

Es bueno siempre recordar al Comandante aquel 8 de diciembre, cuando nos decía: “No faltarán los que traten de aprovechar coyunturas difíciles para, bueno, mantener ese empeño de la restauración del capitalismo, del neoliberalismo, para acabar con la Patria”. Estos últimos meses como una profecía se ha agudizado este planteamiento, y el entorno económico nacional ve no sólo como la Burguesía apátrida intenta arremeter contra la Revolución, sino que desde adentro de ella, agentes internos como lobos cazadores ven una oportunidad para quitarse el disfraz de abuelita, y apostar por una contra-reforma de las medidas económicas adoptadas por la revolución Bolivariana.

Es necesario ser muy cuidadoso con el mercado y los sistemas de divisas, hay que recordar cuánto le costó al Presidente Chávez anular el accionar de las casas de Cambio, y hoy como política de Estado es pretendida reactivarla. Es una acción involutiva que va en detrimento de un proyecto político socialista.

El Socialismo es por definición anticapitalista

Un refrán popular dice “o es chicha o es limonada”, y con claridad debemos estar consciente que solo el sector privado existe en un modelo socialista si se subordina a los intereses y a los planes estratégicos de la nación. Claramente el sector privado nacional está muy lejos de entender tal aseveración, y el Estado debe asumir un papel más exigente y menos condescendiente con este sector.

El látigo de la contra-revolución y sus agentes Burgueses, Oligarcas e Imperiales

Nuestras acciones parecen siempre destinadas por las arremetidas de los imperialistas y sus apátridas locales, con Chávez esas variables habían venido cambiando considerablemente y habíamos pasado con mucha más claridad a una acción propositiva en el campo político. Debemos retomar esa senda.

Si el Presidente Maduro es claro en sus definiciones, el pueblo lo acompañará, y con dignidad defenderemos el verdadero legado de Chávez sin medias tintas, nos pondremos las botas de campaña y acompañaremos las nuevas batallas.

En peligro la supervivencia de la especie humana

El destino de la humanidad pasa hoy por decisiones del más alto nivel político, económico, social y militar, como nunca quizás en nuestra historia el peligro de una guerra nuclear (que sería el fin de la especie humana) es una realidad tangible, y las consecuencias derivan de actores que parecen paralizados, privados ante los intereses imperiales por el poder económico, de una industria militar que no razona y no se sensibiliza ante nada.

Obama declara que atacará Siria, dice que consultará al Congreso, pero que igual ejecutará su acción, ignora por completo el Consejo de Seguridad de la ONU, que por cierto se da el lujo, de aplazar por casi tres semanas el informe sobre el uso de armas químicas, quizá cuando la burocracia mundial tenga elaborado este documento sea ya muy tarde para la historia del planeta.

Lo cierto es que estos peligros de una guerra nuclear ya han sido advertidos en innumerables ocasiones por el sabio Fidel Castro, consciente ya a sus 87 años, no solo de sus vivencias y experiencias sino de sus estudios de los movimientos del imperio y de la geopolítica mundial.

Lo que justificó la lucha contra el terrorismo la primera década del siglo XXI: Al Qaeda, es decir con quien juzgaron las intervenciones militares tanto en Irak como en Afganistán por su autoría en el atentado a las torres Gemelas en el World Trade Center, hoy es el aliado de los Estados Unidos para el derrumbe del Gobierno de Bashar Al Assad. ¿Acaso creen que somos estúpidos? o que nuestra memoria no alcanza sino apenas un par de días, ¡vaya forma de entender al mundo!.

Solo un movimiento mundial contundente, es capaz de detener la amenaza más seria que hemos tenido desde la existencia de la vida del planeta, si no, como dijo la persona que más admiro, nuestra historia la escribirán los extraterrestres, y vendrá con ello la paz de las mariposas.

Alertas Tempranas: Medidas Económicas y Socialismo

Para Bonilla y El Troudi (2004) en su libro Inteligencia Social y Sala Situacional editado y publicado por la Presidencia de la República argumentaban que “las alertas tempranas se refieren a los análisis de informaciones que por su impacto inmediato en la gestión se consideren de emergencia o de alarma” (p. 157). Esto nos obliga siempre dentro del compromiso revolucionario que debe caracterizar a todo militante de las causas justas por un mundo mejor a estar atentos ante las amenazas tanto externas como internas que generen inestabilidades en el proyecto político nacional, que no es otro que el Bolivariano y Socialista.
Sabemos que cuando el Comandante Chávez delegó en Nicolás Maduro la responsabilidad de conducir la Revolución Bolivariana lo hizo con la plena convicción de que como hombre de pueblo iba a transitar un rumbo que para nada iba a ser fácil, y en ello como dice mi madre, solo en los momentos difíciles sabemos quiénes son nuestros verdaderos amigos, y debe tener la convicción el Presidente que tiene la lealtad de los revolucionarios que apostamos a la construcción del Socialismo.
Chávez insistía en el último Consejo de Ministros del 20 de Octubre de 2012, a propósito de las Fábricas Socialistas que no podíamos seguir pensando las mismas dentro de un mar capitalista. Este concepto lo podemos extrapolar a los distintos ámbitos de la esfera pública, incluyendo el ámbito nacional de lo que significa el proyecto político.
Es necesario comprender que a pesar de que cualquier camino en tránsito hacia un nuevo modelo de sociedad más humano está lleno de contradicciones, estas se convierten en alarmantes cuando son recurrentes, cotidianas, imperceptibles, cuando no se da la cara. Es que los últimos meses hemos sufrido cambios vertiginosos, acompañados de arremetidas de la derecha inclementes, apuntando al corazón de la economía venezolana, y lejos de despertarnos hemos terminado poniendo la otra mejilla para que nos abofeteen contundentemente.
Uno recuerda personajes políticos que fueron prácticamente olvidados por el chavismo como el General Muller Rojas o Luis Tascón cuando nos hablaba de la derecha endógena, concepto que por cierto sigue vigente más que nunca, lo cual nos da una visión del momento que vivimos, el cual no es nuevo, pero no por ello deja de ser más preocupante, principalmente porque aun cuando existían contradicciones el Comandante Chávez siempre hacía frente a ellas y las mitigaba o compensaba con medidas revolucionarias que permitían fomentar un equilibrio siempre a favor de las causas justas.
Hoy en día aparecen signos preocupantes de acciones relacionadas con el sector de la Burguesía, que nunca ha sido un aliado de la revolución Bolivariana, a lo sumo ha sido un oportunista de oficio, véase los casos de industrias Diana o Lácteos Los Andes, Empresas del Estado que han presentado problemáticas graves con sus trabajadores, pero también propuestas que surgen en la asociación de Fábricas Socialistas con el Capital Privado como si se tratara de una pseudo-privatización de la economía nacional. O el silencio casi total por sentenciar a los responsables por los manejos ilegales de divisas en todos los niveles (desde remesas hasta las grandes transacciones).
Recientemente a finales de junio de este año fue publicado en Gaceta Oficial 40.196, los nuevos precios por los servicios de las Clínicas Privadas, y ahora un servicio de emergencia de una Clínica Tipo 3 cuesta 1.846 Bs., en algunos lugares del país cuadruplicó el valor existente antes de la norma, y según dice la gaceta avalado por la SUNDECOP, que por cierto posteriormente en Gaceta Oficial 40.227 de 13 de agosto del año en curso pasa al Ministerio de Comercio, un hecho curioso que resta importancia al destino con el cual fue creada tal instancia.
Finalmente son síntomas que prenden las alarmas ante las arremetidas de la Burguesía Nacional, financiada por los intereses imperiales, que sobre la base de una guerra económica pretenden propiciar mecanismos que atenten contra los derechos del pueblo y como Gobierno y Pueblo unido debemos estar atentos. Especialmente hago un llamado solidario con el dolor del sentir día a día por la pérdida irreparable a las que nos condenó la historia, al Presidente Nicolás Maduro consciente del esfuerzo gigantesco que ha venido haciendo a favor de la patria, para que realice una revisión profunda de las medidas económicas que se han venido adoptando los últimos meses y entonces nos preguntemos en cada una de ellas como lo haría Chávez ¿Dónde está el socialismo?.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Ejercicio de Planificación Participativa en Táchira



Durante el segundo trimestre del año en curso, el Consejo Federal de Gobierno emitió los lineamientos relacionados con la metodología para abordar los Planes de Desarrollo Estadales, cuya responsabilidad recae sobre los Gobernadores y Gobernadoras que presiden los Consejos Estadales de Planificación y Coordinación de Políticas Públicas.  Resultó pues tal método una oportunidad para generar espacios de debate amplio y de verdadera planificación participativa.

En principio se establece una relación armónica con el Programa de la Patria tanto en sus Objetivos Históricos, como en los Nacionales, Estratégicos y Generales; como una forma de hacer tangible el testamento político que nos dejó el Comandante Chávez.

En Táchira se ha asumido el proceso como un espacio propicio para reavivar el debate popular y soberano en la construcción del socialismo, con una planificación desde abajo donde el pueblo toma decisiones concretas y forma parte de ellas. Esto se hizo a través de discusiones realizadas en cada Consejo Comunal donde determinaron sus problemáticas, las cuales fueron llevadas a plenarias donde se priorizaron los asuntos de interés comunitario.

Estas plenarias fueron realizadas bajo otro concepto revolucionario, de la Nueva Geometría del Poder, que rompe con la lógica fragmentaria de Municipios y Parroquias, y se asocian por Áreas y Ejes Territoriales, cuya división responde más a la dinámica social que a la propia lógica exclusivamente física.  Allí el Poder Popular no sólo identificó sus problemas y sus causas, sino que propuso soluciones, y estas se han convertido en mandato directo como decisiones que la base ha tomado como carta de navegación para los próximos cuatro años. En este ejercicio han participado más de 1.100 Consejos Comunales y han emitido conclusiones para que el Poder Constituido mande obedeciendo.

Adicionalmente se asume un Sistema de Gobierno Popular donde intervienen todas las instancias de Gobierno en el quehacer institucional en los niveles: Nacional, Regional, Estadal, Municipal y Comunal, determinando las articulaciones necesarias para abordar cada uno de los problemas, tomando en cuenta los Planes Sectoriales, Municipales, y los de Desarrollo Comunitario.  De esta forma se asume el Sistema Nacional de Planificación como un elemento para la comunicación articulada entre el Aparato Institucional y el Poder Popular.

El próximo Plan de Desarrollo Estadal del Táchira tiene todas las consideraciones tanto a nivel metodológico como operativo, para que el mismo sea un instrumento de transición hacia la construcción de un Estado Comunal, y por ende su construcción nos lleva a la conclusión, que este será el Primer Plan Socialista de la Entidad.

“(…) la planificación genuina es inconcebible sin una toma de decisiones democrática sustantiva desde abajo mediante la cual se hagan factibles tanto la coordinación lateral como la integración englobadora de las prácticas reproductivas. Y viceversa. Porque sin el ejercicio conscientemente planificado y globalizadoramente coordinado de sus energías y aptitudes creadoras, todo cuanto se diga acerca de la toma de decisiones democráticas por los individuos son palabras vanas. Tan sólo ambas en conjunto pueden definir los requerimientos elementales de la alternativa hegemónica socialista al orden metabólico social del capital.” (István Mészáros en Más allá del Capital citado por Jorge Giorgani en Transición Venezolana al Socialismo (p. 60) de Vadell Hermanos, 2012)

Sobre las elecciones municipales: El debate de fondo es la construcción del socialismo



El debate de la última semana sobre las elecciones municipales y la escogencia de candidatos por parte de las filas revolucionarias, ha generado una amplia gama de comentarios, entre quienes apuestan por una disciplina incondicional o por los que asumen posturas críticas ante las designaciones planteadas por el PSUV y los partidos aliados en el Gran Polo Patriótico.  Esto nos obliga a cada uno de nosotros a incluir argumentos que permitan generar un debate oportuno que ubique en su justo lugar las distintas posiciones asumidas.

En primer lugar vale la pena destacar dos elementos sobre los cuales se debe esbozar cualquier discusión en el marco de un proyecto político socialista: la crítica y la autocrítica; la primera de ellas como un elemento que permita atacar el sistema capitalista en todas sus expresiones, y la segunda con las disyuntivas contradictorias a las que nos llevan los procesos políticos y que emergen en el propio seno de la izquierda.  En cualquier caso la posición debe ser asumida desde la convicción de que si no se ataca el capitalismo, no es posible un mundo nuevo. Al respecto debemos recordar lo que el Comandante Fidel Castro afirmaba ya en el año 2006 en una entrevista que le hiciera Ignacio Ramonet lo siguiente: 

“Nosotros confiábamos en la crítica y en autocrítica (…) Ese método, tal como se estaba utilizando, ya prácticamente no servía. Porque las críticas suelen ser en el seno de un grupito; nunca se acude a la crítica más amplia (…) Hay que ir a la crítica y la autocrítica en el aula, en núcleo y después fuera del núcleo, en el municipio, y en el país (…) Debemos atrevernos, debemos tener el valor de decir las verdades. No importa que digan los bandidos de afuera y los cables que vengan mañana o pasado (…) Y esto no es hablar mal de la revolución. Esto es hablar muy bien de la Revolución, porque estamos hablando de una revolución que puede abordar estos problemas y puede agarrar el torito por la cola” (Fidel Castro, 2006).

De esto se desprende un planteamiento interesante, en el sentido por el cual se asumen estos elementos como un método, del cual se deriva si las condiciones sobre las cuales se dan es el más indicado.  Ya nos preguntaremos entonces ¿Cuáles son los espacios presentes en la Revolución Bolivariana para el debate crítico del socialismo?. Ya el Comandante Chávez en su último consejo de ministros asomaba algunos elementos que deben ser nuestra luz para continuar en la lucha que hemos emprendido, cuando nos decía:

La autocrítica es para rectificar, no para seguirla haciendo en el  vacío, o lanzándola como al vacío (...) Donde salga la autocrítica, no le tengamos miedo a la crítica, ni a la autocrítica. Eso nos alimenta, nos hace falta (...) Triste es que nos quedemos callados, para que no me llamen piedrero(Hugo Chávez, 2012).

De forma tal que los dos grandes líderes políticos, libertadores de nuestros pueblos de los siglos XX y XXI, concuerdan en las posiciones adoptadas sobre la importancia que tiene la crítica en un proyecto socialista.
Se han elegido los candidatos a alcaldes por parte de la revolución, y sobre la forma como se ha hecho vale la pena hacer un conjunto de consideraciones: una de ellas está relacionada con la modalidad en la que se opta por la cooptación como método de selección, en lugar de unas elecciones primarias, partiendo de baremos relacionados con las postulaciones de las Unidades de Batalla Hugo Chávez, la gestión pública de los aspirantes y los resultados de las pasadas elecciones del 07 de octubre y del 14 de abril.  Lo que no se observa en ninguno de estos aspectos es cómo estos candidatos o estas candidatas han contribuido y contribuirán a la construcción del socialismo. Recordemos que el Comandante Chávez siempre nos preguntaba ¿Dónde está el socialismo en todo lo que hacemos?.  

El asunto de las elecciones internas aunque es un elemento válido, termina anulándose en el sentido de que con lo ya vivido en anteriores procesos, aun los viejos vicios del poder económico para las campañas y las cuotas de poder propias de los padrinazgos políticos han predominado en los resultados finales.  En todo caso la igualdad de condiciones se ve afectada por las fuerzas hegemónicas que en muchos casos han hecho uso de la política para fines personales o de grupos políticos. 

Pudiéramos interrogarnos si esto que ocurre ¿es una práctica nueva?, la respuesta es evidente y clara, por supuesto que no, son acciones sintomáticas y sistemáticas que se derivan de la crisis orgánica existente en el sentido de Gramsci, donde lo que nace no termina de nacer y lo que muere no termina de morir.
Se deja asomar otra crisis que ya se ha hecho presente en el Partido, y ella se refiere a la de legitimidad de base, que esta organización tiene, es necesario reconstruirla sobre los cimientos del Poder Popular, no para consultarle solo a la militancia sino para que ella asuma el control político y el liderazgo.

Nos preguntamos entonces, si ¿esto es un asunto de nombres o de un proyecto político?, y volvemos al asunto de fondo: la construcción del socialismo y del método y las técnicas con el cual se implementa.  Porque aun se hacen presentes los viejos fantasmas del padrinazgo político, y la decisión final ha sido tomada por la Dirección del Partido y del Gran Polo Patriótico.  De algo estoy convencido si no se invierte la pirámide en decisiones tan importantes como estas, no se puede avanzar sustancialmente en una propuesta socialista, por ello Chávez lo dijo de una manera “me resteo con las bases” y Frei Betto  lo condicionó en términos mucho más poéticos “Prefiero correr el riesgo de equivocarme con los pobres que tener la pretensión de acertar sin ellos”.

De aquí otro elemento fundamental referente a la lucha de clases, que en muchos casos parece haberse olvidado por completo, cuando la composición social de Venezuela en la sumatoria de los Estratos D y E según el INE se ha mantenido casi intacta desde la profundización de la polarización política en 2003 hasta la actualidad.  Muchos asumen la polarización como la confrontación política entre Chavismo y Oposición, cuando en realidad debe asumirse entre Burguesía y Pobretariado.

Es imposible poder lograr la satisfacción de todas las corrientes políticas presentes en la Revolución Bolivariana, pero de lo que estoy convencido es que esta forma de proceder (método) para la elección de candidatos causó más descontento que lo esperado, porque las bases tenían la esperanza de poder realizar cambios sustanciales, en un primer término porque se generaron fuertes expectativas para realización de unas primarias y en segundo lugar porque diversos personajes políticos no cuentan con la solvencia ética socialista, para aspirar a un cargo de elección popular.  Resulta incongruente iniciar una lucha férrea contra la corrupción que todos apoyamos y la vez dar aval a personajes políticos de cuestionada actuación pública.
No se puede pedir disciplina incondicional, cuando detrás de esta no hay un fuerte argumento de justicia social y de compromiso político con el Proyecto del Socialismo Bolivariano, tampoco se puede referir solo a la frase de la Unidad planteado por Chávez como si fuese un cheque en blanco, si detrás de ello no se razona sobre la Lucha y la Batalla que deben ejercer las bases para avanzar en la consecución de la Victoria. Tampoco es el fin de la crítica, puesto que no es justamente el Estado Burocrático quien la hace, por naturaleza este tiende a mantener su estatus predominante, son los procesos amplios de discusión quienes son capaces de generar acciones que contribuyan propositivamente a la salida de coyunturas particulares.

Hay elementos básicos que se han reflejado en el caso de las municipales, que solo son la guinda del pastel, detrás de ello hay todo un accionar del Estado que no termina de tener una claridad profunda en sus acciones, y creo que de allí se deriva la confusión de nuestras bases. Vale la pena recordar que solo Chávez tenía la capacidad de asumir costos políticos en sus decisiones, porque tenía la ascendencia moral sobre el pueblo venezolano, inclusive sobre quienes lo adversaban.  A nosotros nos corresponde iniciar un nuevo debate amplio, y creo que la oportunidad que ha planteado el Presidente Nicolás Maduro de la Constituyente Municipal puede ser una vía importante, si ella se hace sin maniqueos, y de forma abierta y pública, inclusive nos puede dejar un saldo político mucho más sustancial que el de las propias elecciones.
Considero que quienes apoyamos este proyecto político, tenemos la esperanza que se corrijan las desviaciones presentadas en el marco de la construcción del socialismo, porque estamos convencidos que la derecha apátrida solo responde a los intereses imperiales y lo que nos estamos jugando hoy en día es una nueva hegemonía popular y soberana, y en ello debemos ser implacables pero conscientes de lo difícil que es. No podemos dejarle la crítica solo a la oposición.

“Lo que me preocupa no es el grito de los violentos, ni de los corruptos, ni de los deshonestos, ni de los sin carácter, ni los de sin ética. Lo que más me preocupa es el silencio de los buenos”. Martin Luther King Jr.

lunes, 5 de agosto de 2013

El linaje libertador: De Guaicaipuro a Chávez




El destino de los personajes libertadores parece estar signado por extraños acontecimientos, siempre objeto de estudio para los historiadores, por cuanto estos intentan desentramar los hitos referenciales que han influido en los desenlaces, no solo del hecho sobre los que aparecen, sino del momento en el que se desarrolla y del cómo cumplen ciclos o etapas.

Apenas hace unos días Ignacio Ramonet titulaba una obra dedicada al Comandante Chávez “Mi primera vida”, que de una forma u otra simboliza a razón de su desaparición física el significado de lo que queda por recorrer en tiempos futuros en su nombre.

Una aproximación conceptual inicial nos lleva a una apreciación del material genético de la sangre que corría por las venas de Hugo Chávez y que adopta como suya, pero que no es más que la continuidad de un proceso que no sólo tiene doscientos años, sino que trasciende medio milenio de las luchas de emancipación de nuestros pueblos. Este tipo de episodios de la historia aunque da una sensación mágico-religiosa, lo que hay detrás de ella es una alta densidad de contenido histórico, que va más allá del concepto de linaje de las élites.

En un primer término tratar de entender la concepción libertaria de un ser humano como Chávez, pasa por reconocer su conexión sentimental con sus ancestros, en especial a Pedro Pérez Pérez, su Bisabuelo un indio Guariqueño, que luchó al lado de Zamora, quien conduce la Revolución Federal y rescata los ideales de Bolívar.  De allí las primeras pinceladas que trascienden el devenir de los nuevos tiempos, pues en ella se desglosan tres momentos revolucionarios, el primero de la lucha aborigen de Guaicaipuro, el segundo de la lucha por la independencia de Bolívar y el tercero por la tierra y hombres libres de Zamora contra la oligarquía.

También su Abuelo Pedro Pérez Delgado “Maisanta”, luchó junto a Cipriano Castro y la Revolución Restauradora, inclusive fue Coronel durante su mandato, y ante la traición de Gómez, primer Presidente Pro-Yanqui de Venezuela hace resistencia.  De esto se desprende un cuarto momento de la lucha a favor de nuestros pueblos, y en todas ellas el linaje libertador de Chávez se hace presente.

Eso permite ir desentramando los hitos puntuales que no se personalizan en un hombre sino en una lucha política, basta recordar que la emulación del Juramento del Monte Sacro de Bolívar, realizado por el mismo Chávez en el Samán de Güere devela esta conexión histórica cuando en el proclama: “Juro por el Dios de mis padres, Juro por mi Patria, Juro por mi Honor, que no daré tranquilidad a mi alma, ni descanso a mi brazo, hasta no ver rotas las cadenas que oprimen a mi pueblo por voluntad de los poderosos. Elección Popular, tierras y hombres libres, horror a la Oligarquía”.  Rescata en él esa gesta libertaria que ha hecho suya, y en ella toma para sí el mismo compromiso de Bolívar quien lo hiciera delante de su maestro Simón Rodríguez.

Sin duda, aunque de allí se disponen las Bases para la ratificación del árbol de las tres raíces, su carácter anti-imperialista y de justicia social, es necesario trascender la lógica subyacente y recordar que la lucha que emprendimos con Chávez no sólo corresponde al ciclo Bicentenario independentista, sino a la resistencia propia que emprendieron nuestros aborígenes y que de esta sangre emancipadora Chávez tenía mucha.

¡Chávez Vive, La Lucha Sigue!