La juventud venezolana ha estado marcada históricamente por un carácter irreverente y rebelde, no está de más decirlo garante y luchadora de las reivindicaciones sociales en un contexto de igualdad. Por ende podríamos decir que las luchas de la juventud venezolana han tenido un símbolo revolucionario identificada con una política de izquierda que agrupa en su mayor expresión todas sus vertientes.
La identidad de esta juventud fue marginada por un proceso de expropiación del conocimiento hacia los sectores más desposeídos. La previsión tomada por la Cuarta República en la moribunda Constitución del 61 no era más que un método de dominación al excluir la educación universitaria como derecho fundamental de la ciudadanía.
La Revolución Bolivariana en su carácter humanista ha desarrollado un conjunto de políticas públicas que identifican y clarifican claros avances en el desarrollo de la inclusión educativa nacional, así lo reflejan las estadísticas de la UNESCO: stats.uis.unesco.org/unesco/TableViewer/document.aspx?ReportId=121&IF_Language=eng&BR_Country=8620&BR_Region=40520, lo cual representa un importante avance en la materia.
Hago referencia a estas variables por la preocupación que nos ocupa a buena parte de los venezolanos cuando observamos a los grupos estudiantiles que defienden los intereses de los grandes capitales y a aquellos que históricamente persiguieron a los estudiantes y des-invirtieron en educación superior, salvo aquello que representaba beneficios puntuales para las elites dominantes, lo cual ha traído como consecuencia una alta presencia de docentes universitarios ideologizados con sintonías intelectuales de derecha producto de las formas sobre las cuáles docentes y alumnos ingresaban a las universidades.
No hago referencia a las manifestaciones violentas de ciertos grupos de estudiantes, porque podrían compararse en el peor de los casos con las manifestaciones de décadas anteriores, aunque con objetivos totalmente antagónicos, sino al objetivo de las luchas de esta juventud; valdría la pena que revisaran la hemeroteca nacional de las últimas décadas y emitan su juicio.
He allí otro problema fundamental, la falta de lectura y revisión de la historia venezolana para comprender a fondo la raíz de nuestros problemas y poder emitir un juicio lo más objetivo posible o al menos con una subjetividad crítica que permita pronunciarse de una forma mucho más complementada y coherente, cosa que lamentablemente para estos grupos de estudiantes ideologizado con una política de derecha carece por completo.
Todos estos aspectos constituyen un tema que debe ser revisado a fondo, Miguel Angel Pérez Pirela en la Revista Comuna Publicada por el Centro Internacional Miranda, nos refería al tema de la investigación como un ejemplo claro de la grave crisis que poseemos en el sector, es necesario intensificar la batalla cultural formando cuadros técnicos y políticos capaces de complementar la formación de una juventud realmente revolucionaria, para lo cual valdría la pena realizar un análisis profundo sobre aspectos tan relevantes como: dónde están, qué están haciendo y quiénes los están formando; esto para evitar absolutamente la reproducción del Sistema Actual y encaminarnos hacia un destino que avance en la consecución del socialismo.
"O inventamos o erramos". Simón Rodríguez
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