Los últimos días ha surgido un interesante debate sobre hacia dónde va el modelo económico de Venezuela. La reciente ley de ilícitos cambiarios, las nacionalizaciones y la lucha contra el latifundio están en el tapete de los medios de comunicación y más allá en los venezolanos que día a día sufrimos los embates de esta lucha permanente.
Quiero dividir este tema en tres análisis fundamentales: el primero político, el segundo técnico y tercero estructural para diferenciar las aristas que a mi juicio podríamos considerar como altamente sensibles e interdependientes. Las cifras que reflejo son extraídas del libro de Víctor Álvarez de la colección debates del Centro Internacional Miranda denominado ¿Hacia dónde va el modelo productivo?.
Veamos entonces que en el campo político Venezuela cuenta con una derecha económica que proviene de la derecha política de la IV República que heredó a coste del Estado venezolano y por consiguiente de la hacienda pública sus riquezas, pero voy más allá porque nos enfrentamos ante una Burguesía que no responde a los intereses nacionales ni siquiera dentro del marco del capitalismo.
Por otro lado hay quienes perteneciendo la derecha económica más no la política han conseguido algunos espacios para beneficiarse a costa de la revolución, por otra parte la derecha económica y política juega a sabotear y boicotear la estructura económica nacional pensando que con ello puede arrastrar al Estado a su fin. En el primer grupo encontramos a los Cisneros y en el segundo a los Zuloaga para ejemplarizar lo mencionado.
En todo caso el objetivo que persigue la derecha es generar desequilibrios económicos en un plan desestabilizador que incluye jugar con los valores de la inflación nacional a sabiendas que el PIB nacional corresponde en un 70,9% al sector privado que contiene una masa trabajadora que corresponde al 80% de la población ocupada laboralmente.
Esto sin duda desde el segundo aspecto a analizar refleja el poder económico y político así como la influencia que la derecha tiene sobre el contexto nacional.
Entonces cómo explicarse que que la tasa de desempleo descendió de 20% en 1.999 a 7,2% en 2.009. y por otra parte cómo explicarse que la pobreza se haya reducido de más de un 50% en 1.999 a menos de 25% en 2.009. Inicialmente el gasto social que ha hecho el Estado venezolano salda una deuda que heredamos de la Cuarta República, pero por otra parte quienes mayormente se han beneficiado al incrementar sus ganancias exponencialmente son los grandes capitalistas, su miedo principalmente se basa en que su lógica no es compatible con un sistema político socialista, por tanto saben que la gallinita de los huevos de oro puede llegar en un momento determinado a su fin.
Entramos ahora a analizar el tercer aspecto: el estructural, no es posible sostener un sistema ambivalente con una economía privada cuya riqueza está centrada en unos pocos y por otro lado una economía pública que no termina de demostrar variables de eficiencia considerables.
Hay quienes apuestan como Víctor Álvarez de iniciar un proceso de formación y transformación para ir tomando de manera eficiente los sectores de estratégicos de la economía nacional por parte del sector público, por otra parte existen tendencias como las de Haiman El Troudi que en su libro Política Económica Bolivariana sugiere nacionalizar todo, este último pareciera ser muy peligroso por cuanto no contamos aún con los cuadros tecno-políticos para atender la demanda necesaria de las empresas y que pudiera traer como consecuencia las destrucción del aparato productivo.
La solución más viable pareciera apostar como ya lo ha venido haciendo el Presidente Chávez en las Empresas Básicas de Guayana por el control obrero y la cogestión empresarial. En este sentido sugiero la edición de la Revista Comuna en su segunda edición: http://www.aporrea.org/media/2010/05/revista_comuna.pdf.
“Un gobierno socialista es aquel que prioriza lo social y garantiza pleno disfrute de los derechos sociales básicos, con el fin de lograr el desarrollo humano integral de todas las personas, pero un gobierno revolucionario es aquel que transfiere el poder económico al pueblo, traspasa la propiead de los medios de producción a los trabajadores directos y a la comunidad favoreciendo su organización y capacitación para dirigir controlar, de manera directa, la producción de los bienes y servicios que requieren para la satisfacción de sus necesidades básicas”. Víctor Álvarez
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