Para algunos parece una fábula inclusive hasta absurda los comentarios del Presidente Chávez cuando aduciendo el pensamiento Bolivariano, tan lleno de nuestra historia independentista se refiere al momento que vivimos con nuestra hermana patria Colombia como una encrucijada que retoma lo ocurrido entre Bolívar y Santander por aquellos años del siglo XIX, sin embargo valdría la pena resaltar y recordar los elementos que a lo largo del último decenio se han venido generando para realizar tal afirmación.
Las fuerzas imperialistas no descansan, los Estados Unidos han minado Latinoamérica de una oligarquía al servicio de sus intereses particulares en un afán de dominar al mundo para extraer nuestras riquezas y exportar lo que denominaría Juan Pablo II, el Capitalismo Salvaje, o más bien como muchos intelectuales venezolanos han decidido llamarlo sólo Capitalismo. En esta oligarquía se han centrado los medios de comunicación, afianzando lo que ellos mismo en el imperio han denominado guerra de cuarta generación, como ejemplo de ello han instalado su base de operaciones para Latinoamérica en Colombia, donde las Cadenas Televisivas como RCN y Caracol han dispuesto una programación anti-izquierdista, utilizando los recursos de crítica más amarillistas que se hayan podido observar en nuestro continente, han copiado el guión de FOX News, CNN y otras tantas, que pretenden imponer con atractivos visuales y faranduleros una ideología que pone a nuestros ciudadanos al servicio del gran capital.
Es indudable que las FARC le han hecho un favor enorme a las corrientes de ultraderecha en Colombia, su política ha desatado rechazo de la comunidad internacional incluyendo las corrientes de izquierda, valdría la pena revisar el momento histórico que vivimos y reinventar la lucha que pacífica pero no desarmada se puede promover en el campo político, social, económico, cultural y militar.
Desde hace varios meses RCN dedica sus noches a desprestigiar la imagen de Chávez con banalidades y argumentos retóricos, desconociendo el proceso histórico latinoamericano, lastiman el pensamiento serio de aquellos que pudieran asumir una postura crítica basado en el conocimiento generado por las luchas sociales.
No es fácil enfrentar un aparato comunicacional que orquestado por la estrategia imperialista ha dominado grandes espacios en el globo terráqueo, por lo que sólo una campaña cultural novedosa e innovadora en la que las nuevas tecnologías sean usadas como herramienta para la liberación de los pueblos podrá contrarrestar el esquema actual.
Santander no es Uribe, es la Oligarquía Colombiana en su conjunto, Uribe es tan sólo un vasto peón cuya posición caudillista pudiera resultar incómoda en algún momento determinado para los intereses norteamericanos.
"El arte de vencer se aprende en las derrotas". Simón Bolívar
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