"No cambien el clima cambien el sistema", fue el grito de guerra en la cumbre de Copenhague, los movimientos sociales expresaron su voz por intermedio del líder de la Revolución Bolivariana el Presidente Hugo Chávez durante su intervención en tan importante evento.
Pero esto no es solo una frase, resulta una afirmación que los pueblos de nuestro planeta exclaman como consecuencia de la inevitable catástrofe climática a la cual nos ha sumergido el sistema capitalista. La teoría marxista de explotación del hombre por el hombre se exporta fácilmente a la explotación desproporcionada de los recursos naturales, sobre los cuales las últimas décadas han generado innumerables catástrofes naturales.
La Plusvalía se ha convertido en el valor monetario obtenido como producto de la desaparición de parte de nuestra naturaleza, ¿salvaje, quizás? como elemental concepto del capitalismo no habría otra forma de interpretarlo.
Agradezco mucho al compañero chileno Rafael Leonard que me explicaba hace unos días sobre lo que significaría el rompimiento de las corrientes de transmisión de calor, esto me ha hecho reflexionar considerablemente, tal vez difiero contigo Rafa en que si es posible salvar el planeta, pero la respuesta a ello se encuentra sumergida en lo político.
Valdría la pena reconstruir la teoría marxista hacía un sentido ecológico, se que algunos lo han hecho pero como un elemento de valor agregado, considero más que nunca pertinente incorporar al socialismo el ecosistema como elemento de fondo de su definición.
"No cambiemos el clima, cambiemos el sistema". Movimientos Ecologistas (Copenhague, 2009)
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