Uno de los principales actores que han sido usados por la oposición venezolana son las Universidades del país que escondidos tras una supuesta autonomía, sirve como punta de lanza de los planes desestabilizadores para sus autoridades, y con esto no se rechaza la importancia de la institución sino de quienes y cómo la representan.
La Revolución Bolivariana le ha dado un tratamiento importante a la Educación Universitaria, inicialmente en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela de 1.999 que le da su carácter gratuito en contra de las posiciones dominantes en la década de los 90 que pretendían privatizarla, recordando que la Constitución de 1.961 sólo incluía la gratuidad hasta la educación secundaria.
Por otra parte se les ha asignado recursos económicos como nunca antes en la historia de Venezuela, para garantizar la continuidad de los procesos educativos, por ejemplo la Universidad Central de Venezuela recibió en 2.009 1.611 Millones de Bs.F (749 Millones de dólares) dejando sin ejecutar unos 200 Millones de Bs.F (93 Millones de dólares), entonces nos preguntamos cuál déficit presupuestario.
Además la Ley Orgánica de Ciencia, Tecnología e Innovación (LOCTI) creada por la Revolución Bolivariana le ha permitido a la misma UCV recibir recursos cerca de 66 Millones de Bs.F (30,69 Millones de dólares) hasta 2.008, entonces resulta difícil explicar cómo una universidad que recibe más recursos económicos que incluso algunas Gobernaciones del país sea un aparato para la desestabilización del Gobierno Nacional.
La Misión Sucre y su proyecto Bolivariano de Municipalización de las Aldeas Universitarias ha permitido incrementar la cifra de estudiantes universitarios que en 1.999 era de 441.000 a más de 2.500.000 en 2.008 (Incremento de 5.000%).
Por otra parte el presupuesto nacional para el sector universitario en 1.998 era apenas de 760.000 Bs.F (353.000 dólares) cifra que contrasta con la de 2.009 7.300 Millones de Bs.F (3.395 Millones de dólares). Las Becas otorgadas por Fundayacucho pasaron de 2.124 en 1.998 a 90.000 en 2.008.
Estas cifras permiten dar un sentido altamente impactante para el desarrollo nacional sin embargo la oposición presente en las universidades no ha reconocido ni quiere reconocer el papel desempeñado por la Revolución Bolivariana.
Aunque aún nos quedan aspectos pendientes de fondo que a mi juicio tienen que ver con el ciudadano que deseamos formar para la patria, más como un ser integral que como un simple técnico, o la orientación que le damos a la investigación dentro de las Universidades, sin duda alguna los avances alcanzados son de resaltar, nuestro trabajo ahora es crear la conciencia necesaria en nuestras universidades para revertir los procesos ideológicos de dominación de la derecha en este campo.
“El cientificismo es la actitud del que, por progresar en esta carrera científica, olvida sus deberes sociales hacía su país y hacia los que saben menos que él.” Oscar Varsavsky
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