Los recientes acontecimientos nos llevan siempre a un recorrido
histórico, en un andamiaje en la que nuestra muy breve pero impactante
formación marxista nos contextualiza inclusive en la construcción
discursiva, que como diría aquel que nos dejó en vida hace poco
Rigoberto Lanz las palabras no son neutras.
Recordemos que la expresión del Nuevo Orden Económico se remota ya a la
década de los setenta cuando ingenuamente los países más pobres en la
ONU pedían en 1974 un conjunto de medidas para desarrollar procesos que
permitieran el desarrollo de sus países con el apoyo de las grandes
potencias industrializadas. Ante tales peticiones las respuestas de los
centros de poder fueron claras; en 1976 Milton Friedman es galardonado
con el Premio Nobel de Economía, y con esto convalidar como política
global el neoliberalismo. La razón concluyente es sencilla, no se puede
pedir a la élite de los poderosos que contribuyan en la solución de los
más necesitados, cuando estos obtienen tal poder para sus propios
beneficios.
En Venezuela hoy se plantean algunas interrogantes, que son necesarias
aclarar desde la desmitificación de las hipótesis anuladas, sobre los
singulares acuerdos con algunas Trasnacionales que se han venido
realizando, así como lo planteado por los economistas representantes de
escuelas de pensamiento como el IESA hija de Friedman que pretenden
darnos lecciones sobre como conducir la política económica del país,
pero que presentan un historial de fracaso en la nación. Veamos por qué.
Se nos ha dicho desde las escuelas de pensamiento económico de la
derecha que es necesario reducir el gasto público para incrementar la
producción y mejorar la calidad de vida; entre 1984 y 1998 del total de
los ingresos percibidos (unos 222 mil millones de dólares) apenas el 36%
fue destinado al gasto social. Con una clara participación del IESA en
los Planes de Desarrollo Nacionales, con mayor incidencia en el
denominado Gran Viraje (VIII Plan de la Nación) que condujo al Caracazo
en 1989 por seguir la línea del FMI el resultado igualmente durante el
mismo período fue una disminución de los aportes de los sectores
productivos al PIB Nacional, la Agricultura y la Industria Manufacturera
pasaron de 35% a 9%, es decir ocurrió un proceso de
desindustrialización y abandono del campo en el país, a la par que se
privatizaba lo poco que quedaba, y se entregaban a bajísimos precios las
reservas petroleras nacionales. La Pobreza en tanto pasó de 52,5% a
75,5% producto de las políticas aplicadas mientras que la tasa de
desempleo trazó una ruta de 11,2% a 15,2%. Hoy con estas hipótesis
anuladas por los simples hechos ya a la vista pretenden sobre la base de
propuestas recicladas sugerir cual es el camino a seguir de la economía
nacional.
Recordemos además que nuestra condición monoproductora, y el carácter
rentista petrolero de nuestra nación se remota fundamentalmente al
período correspondiente entre 1908 y 1948, en el cual nuestras
exportaciones de hidrocarburos pasaron de 0,8% al 95% de las totales.
También hasta Juan Pablo Pérez Alfonso en su texto Hundiéndonos en el
excremento del diablo, nos indicaba que tan solo hasta 1975 las
trasnacionales extranjeras nos habían robado cerca de 31 mil millones de
Barriles de Petróleo. Hoy la partidocracia adeco-copeyana y sus
derivados singularmente juegan a pactos políticos, como si no tuviéramos
conciencia y nuestra memoria fuera una de simple velorio.
Chávez consciente de tales situaciones, sabía que era fundamental
garantizar el control de la renta petrolera, algo que por cierto ya le
había costado sus derrocamientos e inclusive sus vidas a Cipriano
Castro, Isaías Medina Angarita o al mismo Rómulo Gallegos en el siglo
XX, también al Comandante sin duda le costó su derrocamiento y vida,
pero en su afán por probar su hipótesis esta dio resultados concretos.
Es sencillo; durante la Revolución Bolivariana de 1999 a 2013 se ha
incrementado la inversión social tanto porcentual como nominalmente a
64% (de los 972 mil millones de dólares), que se ha traducido en una
disminución progresiva de la pobreza decíamos de más de 70% a finales de
los 90 a 24%, a pesar de enfrentar crisis económicas mundiales,
sabotajes petroleros, golpes de estado y ataques fascistas, reducción
del desempleo de 15,2% a 7,2%, y el coeficiente de gini de 0,486 a 0,398
(es decir menos desiguales). Todas estas cifras avaladas, reconocidas y
alentadas por la ONU, CEPAL y la FAO, organismos internacionales que
claramente no son de corte socialista pero que no tienen como desmeritar
los esfuerzos sustantivos realizados por la Revolución. A mayor
inversión social y gasto público mejores resultados sociales ha sido una
hipótesis científicamente comprobada por Chávez.
Con esto, lo que hay que ser es muy cuidadoso de continuar con mayor
eficiencia la línea científica que nos dejó Chávez, para que la
Burguesía no confunda con viejas propuestas que conducen a viejos
caminos, que al final lo que esconden es la apropiación indebida de los
ingresos petroleros.

Datos Personales
Nelson Ortega. Venezuela. Rubio, Estado Táchira. (1983), Ingeniero en Informática (Universidad del Táchira UNET), Diplomado en Innovación Tecnológica (Universidad de Oviedo, España). Magíster en Planificación Global (UPEL-IPRGR). Fue Analista de la sala situacional del Ministerio de Industrias Básicas y Minería 2.006, Coordinador de Sistemas del Centro Internacional Miranda 2.007. Profesor - Asesor de Misión Sucre y Universidad Bolivariana de Venezuela. Coordinador General de la Academia de Software Libre. Miembro del Frente Bolivariano de Investigadores, Innovadores y Trabajadores de la Ciencia. Miembro del Centro Nacional de Investigaciones Educativas. Miembro del colectivo del Sistema de Formación Socialista Simón Rodríguez, Miembro de la Plataforma Política Patria Socialista. Gerente de Informática de la Fundación para el Desarrollo de la Ciencia y la Tecnología del Estado Táchira (Fundacite-Táchira) 2.007-2.012. Fue Coordinador de la Sala Situacional del Registro de la Gran Misión Vivienda Venezuela en el Estado Táchira (Julio - Agosto de 2011). Investigador de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES) (Julio - Diciembre, 2012). Coautor del Libro El delito homicidio en el Estado Táchira entre 1982 y 2012 (Forero y Ortega, 2013). Autor de la Investigación Modelo de Planificación para Promover la Seguridad Ciudadana en la Comunidades vinculadas al Centro de Formación UNES Táchira. Actualmente es Jefe de Estadística de la Dirección de Planificación y Desarrollo de la Gobernación del Estado Táchira, Coordinador de los Comité Estadísticos Estadales, Coordinador de la Revista de los Comité Estadísticos Estadales, Encargado de la Ofensiva Económica en el Estado Táchira, Secretario de la Comisión Estadal para la Lucha contra el Contrabando.
correo: nortega16232@gmail.com
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