“Una
ciencia que anda por las nubes, da gloria a sus cultivadores, pero no da
respuesta a nuestros problemas sociales” Arístides Bastidas
Introducción
El desarrollo del siguiente ensayo es un aporte que se
realiza para seguir contribuyendo desde el pensamiento crítico-reflexivo a la
construcción del Socialismo Bolivariano, a partir del Proyecto Político
Nacional, enlazándolo con el Estadal y vinculándolo tanto al quehacer
universitario como a la proximidad local.
Se toma como referencia la propuesta para el debate de
la formulación del Primer Plan Socialista del Estado Táchira 2013-2016,
concatenado con el Programa de la Patria 2013-2019, destacando los insumos para
el estímulo de la participación comunitaria, en la generación de un modelo de
desarrollo alternativo, que permita superar la fase de la resistencia, y que
concentre esfuerzos en la generación de una nueva subjetividad revolucionaria
hegemónica, con sujetos transformadores.
Se esboza en dos apartados, que definen
conceptualmente la acción propositiva, por lo que en este sentido más que un ensayo,
el presente documento es una presentación formal a las universidades, de lo que
se considera deben ser las acciones a emprender a partir de la actual coyuntura
para desarrollar procesos transformativos.
El primer apartado se describe la actual coyuntura,
describiendo el contexto mundial, latinoamericano, nacional y estadal,
vinculándolo al modelo de desarrollo deseado y las propuestas que emergen del
debate nacional, así como del liderazgo asumido los últimos años por el
Comandante Hugo Chávez, desde que definiera el socialismo como meta política
nacional.
El segundo apartado, contiene la propuesta y en ella
se desglosan los elementos referidos a: la formación integral emancipadora
socialista, la investigación acción participativa como estrategia metodológica,
Proyecto como Eje Transversal para el acompañamiento del Plan y la triada para
un nuevo modelo de desarrollo: Universidad-Estado-Comunidad, como concepto
emergente.
La coyuntura actual
Las confrontaciones del siglo XX, dadas por dos
guerras mundiales, un conflicto de guerra fría, que culminó con la caída del
socialismo real, y con ello la teoría del fin de la historia (Fukuyama, 1992),
acompañado de simbolismos dominantes tales como la Globalización como hecho
hegemónico del capitalismo y el imperialismo (Díez, 2008), que profundizaron
las expresiones aplastantes y deshumanizantes en contra de los pueblos del
mundo, a favor de los intereses de las élites oligarcas y burguesas y de las
clases sociales privilegiadas.
En Latinoamérica, este hecho se tradujo en procesos de
inestabilidad política, que representaron a finales del siglo pasado, graves
crisis económicas y sociales, con Gobiernos e Instituciones que representaban
los intereses del Consenso de Washington, y que afectaron sustancialmente a los
ciudadanos en todo el continente.
En ese contexto la educación vino acompañando tales
procesos y el debate se tornó lejos del desarrollo de un pensamiento
alternativo, en cambio devino en uno colonizado, oprimido, que para Díez (2008)
aunque presenta vestigios de resistencia en algunas experiencias locales, todo
el aparato institucional y el sistema se ha tornado para favorecer las clases
dominantes.
Las discusiones han pasado al debate del acceso al
sistema educativo, en una lucha entre la gratuidad y la privatización de la
misma, y se concentran allí las reflexiones, lo que pone en un segundo plano
los asuntos de fondo referido, al tipo de educación que se desarrolla, o los
intereses que esta representa.
A pesar de ello, el Siglo XXI encendió las luces de la
esperanza, y con la llegada de la Revolución Bolivariana se despertó en todo el
continente una alternativa, no solo contra-hegemónica de resistencia
anti-capitalista y anti-imperialista, sino que al mismo tiempo se desarrolló
una nueva propuesta para la construcción de una nueva hegemonía (Harnecker,
2006).
La definición del socialismo como propuesta política,
reavivó el debate reflexivo del pensamiento crítico, y en consecuencia el
cuestionamiento a los modelos de desarrollo de progreso ilimitado, que atentan
no sólo contra el ser humano, sino en detrimento de la naturaleza, por tanto
pone en peligro la vida en el planeta.
En este sentido, la Revolución Bolivariana, consciente
de que no se puede transitar hacia un proyecto político que tiene como bandera
el Socialismo sin la planificación, Chávez (2007) generó el Primer Plan
Socialista de la Nación, en el marco del Plan de Desarrollo Económico y Social
de la Nación 2007-2013, pero también como el nuevo rumbo a transitar por el
Proyecto Nacional Simón Bolívar. Este acontecimiento representó un hecho sin
precedentes en el contexto nacional e internacional, por insertar el signo
frontalmente ideológico, para la conformación de una nueva hegemonía.
Fue el mismo Chávez (2012), quien en su propuesta de
gobierno Programa de la Patria 2013 – 2019, redefine en el devenir histórico y
en el futuro por venir los retos y desafíos de la Revolución Bolivariana y al
respecto indica:
(…) es una nueva forma de planificar, la planificación
integral socialista, desde ahí tiene que partir la construcción del socialismo,
desde la misma planificación, por eso les pido líderes políticos, líderes
sociales, pueblo todo, juventud, estudiantes, campesinos, clase obrera, todos a
discutir el programa y a convertirlo en bandera de batalla (…)[i]
En este sentido se asume tal instrumento, como una
iniciativa para profundizar a partir de la planificación participativa la
construcción del Socialismo, y además reconoce las distintas expresiones
cuando, identifica a los actores sociales que en él deben estar, es por ello
que Chávez (2012) se refiere luego “son ustedes el pueblo venezolano el que le
va a dar profundidad, legitimidad y fortaleza indestructible al Segundo Plan
Socialista de la Nación”.
Este hecho, representa un mandato a los responsables
de desarrollar los procesos de planificación en cada uno de los espacios, a
contribuir sustancialmente en la apertura del debate reflexivo, pero también en
la construcción mediante un diseño de pirámide invertida (Bonilla, 2002), donde
sea el pueblo como un todo quien determine el rumbo a seguir por las
instituciones que los representan.
Ha implicado en el caso del estado Táchira, una
propuesta política participativa en el cual se han integrado más de 1.100
Consejos Comunales (Vielma, 2013), y que ha permitido generar un Plan de
Desarrollo Estadal 2013-2016, realizado por el pueblo, sin visiones tecnócratas
de la planificación. Se asume, en
consecuencia tal instrumento como el Primer Plan Socialista del Estado Táchira
que de acuerdo a la Gobernación de la Entidad (2013) tiene su razonamiento en
la siguiente disposición: “(…) porque desde la definición que hiciera la
Revolución sobre el Socialismo Bolivariano, es la primera vez que los
movimientos sociales, pueblo organizado y Estado participan de forma activa y
consciente en el proceso de planificación y desarrollo de su entidad.” (p. 1)
Esto por un lado, genera expectativas importantes por
la gente, pero por otra obliga a las instituciones propiciadoras de
conocimiento a desarrollar procesos transformativos que permitan agrupar
colectivamente los esfuerzos que se vienen haciendo en beneficio de la
sociedad, porque si el Plan del Estado Táchira, es consecuencia del Programa de
la Patria, el sistema educativo como un todo se encuentra en la obligación de
contribuir críticamente y creativamente a la formulación de soluciones
concretas, así como el acompañamiento durante su ejecución y control, pero que
además sirvan de excusa para generar procesos de cambio en las comunidades, y
convierta a los sujetos en partícipes de los mismos.
Se cumple con lo expresado por Mészáros citado por
Giordani (2007) como la:
“(…) toma de decisiones democrática sustantiva desde
abajo mediante la cual se hagan factibles tanto la coordinación lateral como la
integración englobadora de las prácticas reproductivas. Y viceversa. Porque sin
el ejercicio conscientemente planificado y globalizadoramente coordinado de sus
energías y aptitudes creadoras, todo cuanto se diga acerca de la toma de
decisiones democráticas por los individuos son palabras vanas. Tan sólo ambas
en conjunto pueden definir los requerimientos elementales de la alternativa
hegemónica socialista al orden metabólico social del capital”. (p. 60)
En el contexto local, específicamente en el ámbito
universitario surge una interrogante fundamental como ¿De qué manera se puede
asociar la formación, investigación e integración socio – educativa al marco de
desarrollo de la Entidad?. Su respuesta puede tener varias connotaciones: la
primera de ellas referirse de forma sumisa sin cuestionamientos, la segunda la
de obviarla por no considerarla pertinente o la tercera asumirla como marco
para todos los procesos que se generan en la Universidad con un pensamiento
crítico capaz de reflexionar y construir creativamente. En la última opción se circunscribe cualquier
propuesta que pretenda aportar al desarrollo del Táchira, pero que además debe
ser la tarea del sistema educativo universitario como un todo.
Si bien es cierto, en principio el Gobierno Venezolano
a través del Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (ONCTI),
ha iniciado por definir las necesidades de investigación para el desarrollo
nacional (MCTI, 2012), esto no es suficiente puesto que aún sigue refiriéndose
a elementos exclusivamente normativos dentro de un contexto nacional que
requiere transformaciones profundas, pero que además generaliza y no se adecua
en muchos casos al entorno local.
Esta tarea concreta local, donde la Universidad juega
un papel fundamental, dado su carácter no solo de estudiar la realidad, sino
por su capacidad de crear nuevo conocimiento, dada la proximidad que tiene con
los entornos comunitarios, y en el caso particular de los procesos de
municipalización, tal afirmación no tiene precedentes en la historia educativa
nacional.
Los nudos críticos, siguen estando relacionados con
las visiones encontradas de la Universidad en el marco de la crisis orgánica
planteada por Gramsci (Gantiva, 2008) donde lo que muere no termina de morir y
lo que nace no termina de nacer, que implican por un lado caer en tentaciones
de conservar los criterios y baremos del tradicionalismo inherente
universitario, que presenta vestigios como por ejemplo la existencia de una Ley
de Educación Universitaria, que pertenece a una República extinta, o por otra
parte divagar en eufemismos reformistas, que conservan posiciones hacia lo
interno del claustro universitario pero que no miran hacia los espacios
comunitarios o territoriales.
En la actualidad, existe una universidad desconectada
del contexto del desarrollo local, porque si bien es cierto las universidades
deben tributar sustantivamente al proyecto nacional, solo esto es posible si en
su ámbito de acción existe una acción coordinada, con visión estratégica, no
solo desde la mirada propia, sino compartida y armónica con el resto de la
sociedad.
Por ello el Primer Plan Socialista del Estado Táchira
representa una oportunidad para engranar las líneas de acción previstas por la
Universidad con el Desarrollo Regional, enmarcándola en un Proyecto Político
que tiene como meta el Socialismo.
Propuesta Formativa
Formación
integral emancipadora socialista.
Desde la Universidad, específicamente a través de la
municipalización de la educación universitaria, se presenta una oportunidad sin
precedentes en el contexto histórico-social del campo educativo Venezolano, en
principio porque aproxima la universidad al entorno local, pero además promueve
el desarrollo de proyectos que tienen carácter vinculante con las comunidades
de estos espacios, por lo que desde la praxis educativa el proceso enseñanza –
aprendizaje, adquiere connotaciones que trascienden la lógica subyacente
educador – educando, sino que se incorpora al contexto social específico.
Es así como se empieza a vislumbrar un nuevo
horizonte, y las nuevas prácticas educativas, presentan además nuevas
relaciones de poder, donde el espacio de formación adquiere un sentido crítico,
de cuestionamiento permanente, donde se construye colectivamente, y los aportes
sustantivos tienen un significado de transformación, con una meta política
socialista.
Esto abre la ventana de un nuevo sujeto, con lo que se
refiere en la propuesta, pero no cualquiera, sino uno concientizado, crítico,
reflexivo y capaz de transformar su realidad desde una visión de conjunto y de
totalidad.
Es una oportunidad para abordar desde la Universidad
el marco de desarrollo no solo Estadal, sino Nacional, puesto que como hemos
visto este tributa sustantivamente al Programa de la Patria, 2013 – 2019, la
relación armónica adquiere significado, para el desarrollo de los distintos
programas de formación.
La educación de sujetos críticos, parte igualmente de
su asociación con su contexto local, con la capacidad de identificarse con un
proyecto político emancipador. En este
sentido, la propuesta pretende desatar las ataduras de los formalismos de las
aulas de clase y expandir la formación a la sociedad toda, para desarrollar de
esta forma verdaderos procesos de educación popular, donde se reconozca el
saber comunitario como uno epistemológicamente válido, en el que la Universidad
actúe como activador, no solo como observador, espectador o investigador de los
objetos-individuos sino que contribuya en su transformación social.
La
Investigación Acción Participativa
La investigación acción participación (IAP) como
metodología para el abordaje de una propuesta formativa integral del Primer
Plan Socialista del Estado Tàchira, representa un elemento que para Bonilla
(2012) nos refiere al legado de Fals Borda en la conformación de docentes en
permanente aprendizaje, en el profundo contexto de generar conciencias, sobre
la base de una propuesta de educación popular[ii].
El proceso de transformación universitaria, requiere
que, específicamente en la transversalidad e integralidad de proyecto, a través
de la Investigación-Acción-Participación (IAP) aplique los cuatro momentos no
lineales y recursivos planteados por Montero (2006), como lo son: la
familiarización, la problematización, la sistematización y el plan de acción,
para iniciar un proceso como decía Freire (1996) donde “nadie educa a nadie, y
nadie se educa solo”, entendiendo el espacio educativo desde la perspectiva del
marxismo (materialismo histórico y materialismo dialéctico) como la realidad
concreta. En este sentido será la
comunidad el espacio no solo para el proceso enseñanza - aprendizaje sino para
la transformación, donde los educandos asumirán cada momento de la IAP, desde
una perspectiva crítica, que va más allá de la relación con el educador, porque
aunque inicien su participación como agentes externos, progresivamente se deben
ir incorporando como sujetos activos del quehacer comunitario.
La perspectiva crítica de los educandos requerirá de
la identificación de las contradicciones existentes, pero igualmente de la
disposición de los conceptos emergentes, resultantes del ascenso que se consigue
al abordarse el método dialéctico de lo abstracto a lo concreto planteado por
Marx (Dussell, 2010).
El proyecto comunitario, como finalidad, si bien es
cierto tiene sus objetivos particulares, termina siendo una excusa para
desarrollar procesos transformativos comunitarios que tributan en la
construcción del Socialismo Bolivariano del Siglo XXI. Se entiende en consecuencia como una acción
en la que todos forman parte, y son corresponsables de los planteamientos
emanados, en un trabajo que requiere el acompañamiento y la guía metodológica
del educando y el educador, quienes también en contravía aprenden de la
comunidad, y permite construir colectivamente nuevo conocimiento mediante la
sistematización de la propia experiencia.
La
Familiarización
Montero (2006) define la familiarización como:
(...) un proceso de carácter sociocognoscitivo en el
cual los agentes externos e internos inician o profundizan su conocimiento
mutuo captando y aprehendiendo aspectos de la cultura de cada grupo, a la vez
que encuentran puntos de referencia comunes, evalúan los intereses que mueven
cada grupo, desarrollan formas de comunicación, peculiaridades lingüísticas y
comienzan a desarrollar un proceso compartido (...) (p. 78)
La familiarización se desarrolla en esta propuesta
como una acción coordinada a partir de los distintos programas de formación, en
el que a través de la intervención comunitaria, relacionada con el área de
proyecto, se articulan con demás instituciones que poseen responsabilidad
formativa o ejecutoria del Plan (Dirección de Planificación y Desarrollo de la
Gobernación, Instituto Autónomo del Poder Comunal del Estado Táchira-INAPCET,
Consejo Federal de Gobierno, Ministerio del Poder Popular para las Comunas y
Movimientos Sociales, Universidades, entre otras). Esto se debe a que se refuerzan los procesos
de anclaje comunitario existente y se fortalecen los vínculos, donde todos los
actores institucionales juegan un mismo rol.
En el caso de la Universidad su función no se sujeta
solo al área de los programas de formación, sino que puede trascender áreas
administrativas, investigativas y socioeducativas igualmente.
Resulta muy común caer en el error de pensar sobre la
linealidad de los momentos definidos en la IAP, y más aún graves cuando
pudiéramos dar por concluido el anclaje comunitario, ya que si lo perdiéramos
ignoraríamos la participación de los agentes internos como sujetos de
transformación de su realidad. Si esto
ocurriera, debemos volver a la familiarización independientemente del momento
donde nos encontremos; de allí la recursividad de la IAP.
La
Problematización
Luego de haber obtenido el anclaje comunitario,
resulta necesario iniciar el proceso de identificación de necesidades, en este
momento iniciamos el diagnóstico en la problematización (Montero, 2006), desde la perspectiva de Ander-Egg (1995) como
nunca acabado y en permanente actualización.
Para Montero (2006) las necesidades representan un
juicio de valor, las circunstancias concretas en el contexto que lo originan
que surgen del desajuste entre expectativas y condiciones de vida, “... son
también estados motivadores de la acción para satisfacer la carencia,
solucionar el problema, corregir el daño, superar la acción negativa.” (p. 94).
Hasta este punto, es necesario destacar que tanto la
Gobernación con la participación de más de 1.100 Consejos Comunales, como el Consejo
Federal de Gobierno con la Sistematización de 1.412 Planes de Desarrollo
Comunitario Integral, poseen un levantamiento de información valioso que debe
ser considerado como insumo primario para las intervenciones intencionadas y
planificadas por la Universidad. De lo
que se trata al final es de constatar y revisar permanentemente no solo las
demandas sino el avance en la construcción de soluciones de forma conjunta.
Montero (2006) propone algunos procedimientos para la
problematización como: (a) análisis de construcciones artesanales o de
representaciones pictóricas de la comunidad; en la que todos puedan expresar
sus ideas mediante un colage o dibujo grupal, observando y tomando nota de lo
que ocurre, donde los agentes externos puedan presentar preguntas
problematizadoras, y en conjunto con los agentes internos desarrollar las conclusiones, y (b) la
reunión de discusión-reflexión colectiva crítica necesarias para la
desnaturalización y desideologización, fundamentales en el proceso de
concientización.
La problematización conlleva la identificación de
categorías para la intervención comunitaria y transformación de la realidad,
pues de ellas se derivan los objetivos, que en el caso particular de los Proyectos
Comunitarios de las Universides estarán asociados al Primer Plan Socialista del
Estado Táchira.
La
Sistematización
Dado que, de lo que se trata es de producir conciencia
y concientizar, bajo la premisa de Freire, podemos indicar que, la valoración
de los expertos debe ser apropiada y discutida por la comunidad, a través del
cual se pudieran percibir necesidades no sentidas, y por otra parte la
sistematización de las expresiones de las personas en el contexto comunitario,
de nuevo para generar una apropiación colectiva del conocimiento.
La devolución sistémica es un paso fundamental en el
desarrollo de la propuesta, para ello resulta necesario definir la
sistematización, que para Latorre citado por Cifuentes (1999) se refiere a un
método de investigación que busca obtener conocimiento científico de una
realidad social, y que requiere de la experiencia y la reflexión.
Cada circunstancia es única e irrepetible, por lo que
un proceso metodológico de sistematización es complejo. Por ello resulta indispensable contar con un
proyecto de que permita desarrollar esta actividad, de forma tal que podamos
obtener un nuevo conocimiento, de acuerdo a los objetivos planteados por la
investigación.
Para Capó, Arteaga y García (2010) el proyecto de
sistematización debe incluir: la delimitación de la experiencia a sistematizar,
que para los Proyectos Comunitarios será en consecuencia de acuerdo a lo
enunciado en el Plan por la Gobernación del Estado Táchira (2013) “(…) los Ejes
Territoriales previstos en la construcción de una Nueva Geometría del Poder
(…)”, la identificación de los ejes
centrales de la sistematización referidos a los programas de la Universidad, la
conformación de preguntas problematizadoras relacionadas con los ejes, análisis
e interpretación crítica de la experiencia para lo que se requiere por tanto
sumergirse en la indagación y relación entre teoría y práctica, las
conclusiones del proceso de problematización, y la proposición de acciones
transformadoras, tanto a la descripción del cómo se desarrolló el proceso de
generación del plan, y cuál es el mismo.
El
Plan de Acción
El plan de acción presenta los objetivos, estrategias,
acciones, recursos y cronograma de actividades, previstos para la aplicabilidad
de los proyectos comunitarios que surgen a partir de la intervención articulada
de la Universidad y que se encuentra vinculada con el Primer Plan Socialista de
la Entidad.
Su concreción al igual que la sistematización, permite
reflexionar críticamente sobre las posiciones actuales y los tópicos de ciencia
a los que se refiera su praxis educativa, pero adicionalmente permite construir
nuevo conocimiento e igualmente conceptos emergentes.
Proyecto
como Eje Transversal para el acompañamiento del Plan
Lo importante de definir la estrategia metodológica,
tal como la IAP para abordar la propuesta formativa integral de participación
comunitaria para el abordaje del Primer Plan Socialista del Estado Táchira,
radica en el trazado de la ruta a seguir para alcanzar los objetivos
esperados. Sin embargo, ubicarlo en el
contexto universitario es una tarea pendiente, ya que pudiera confundirse con
tareas institucionales o de otras organizaciones que pretenden funciones
similares.
En este sentido, dado que todos los programas de
formación presentan a Proyecto Comunitario, como eje transversal de cada
carrera, resulta pertinente este espacio, para integrar de forma holística la
formación, investigación y vinculación social, en relación articulada con el
Plan de Desarrollo Estadal.
Esto devendría en dos fuentes importantes de
información, una de ellas relacionadas con un Banco de Proyectos asociados al
Plan, y otra de carácter orgánico con la construcción de una Red de
Inteligencia Social concientizada, y constructora de nuevo conocimiento.
La
triada para un nuevo modelo de desarrollo: Universidad-Estado-Comunidad.
Con McLaren (2006) se ha planteado que la educación
tiene como meta política el socialismo, y que la pedagogía crítica tributa en
este sentido. Ahora bien, una vez definido el Proyecto Político Nacional como
uno Socialista, al menos en el horizonte estratégico, pero igualmente se ha
planteado en el Estado Táchira la misma definición, no queda sino engranar
todos los componentes para desarrollar una fuerza creativa que estimule el
avance real en los términos propuestos.
Adicionalmente se estimula la formación y conformación
de un Estado de nuevo signo (Bonilla y El Troudi, 2004), que en nuestro caso se
ha denominado Comunal, consustanciado en las estructuras sociales emergentes,
tales como Consejos Comunales, Frentes y Movimientos Sociales.
La posibilidad de generar entonces de forma sinérgica
acciones para generar una educación para el socialismo, no es solo una
oportunidad sino una obligación, pero esta carece de sentido, si solo se hace a
partir del claustro universitario o si no se generan espacios realmente
creadores en los contextos locales, con valoraciones que re-signifiquen el
concepto tanto de formación, investigación como de integración socio
educativa. En fin la triada
Universidad-Estado-Comunidad rompe las concepciones tradicionales dominantes y
emerge como una nueva categoría emancipadora, que tribute a una verdadera
transformación universitaria.
Referencias Bibliográficas
Aguilar, M. y
Ander-Egg, E. (1995). Diagnóstico social. Conceptos y metodología. Buenos
Aires: LUMEN
Bonilla, L.
(2002). Educación para una economía social. Caracas: Gato Netro
Bonilla, L.
(Conferencista) (2012). Curso introductorio a la Maestría en Educación
Comparada. [Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=7WGPFgXT9Xo].
Caracas: CIM
Bonilla, L. y El
Troudi, H. (2004). Historia de la Revolución Bolivariana. Caracas: Presidencia.
Capó, W.,
Arteaga, B. y García H. (2010). La sistematización de experiencias: un método
para impulsar procesos emancipadores. Caracas: El Perro y la Rana
Chávez, H.
(2007). Presentación del Primer Plan Socialista de la Nación. [Cadena Nacional
de Radio y Televisión].
Chávez, H.
(2012). Presentación ante el CNE del Programa de la Patria. [Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=N6STuS1UhQM].
Cifuentes, G.
(1999). La sistematización de la práctica del trabajo social. Buenos Aires:
LUMEN
Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela (1999). Publicado en Gaceta Oficial
Extraordinaria 5.453, Marzo, 24, 2000.
Díez, E. (2008).
Globalización y Educación Crítica. Caracas: El Perro y la Rana.
Dussell, E.
(2009). Política de la liberación. Arquitectónica. Volumen II. Madrid: Trotta
Dussell, E.
(2010). La Producción Teórica de Marx. Caracas: El perro y la rana.
Freire, P.
(1996). Pedagogía de la autonomía. Saberes necessários à práctica educativa. Sao Paulo: Paz e Terra.
Fukuyama, F.
(1992). The End of History and the Last Man. New York: First Free Press.
Gantiva, J.
(2008). Un ensayo sobre Gramsci. Caracas: CIM
Giordani, J.
(2007). La Transición Venezolana al Socialismo. Caracas: Vadell Hermanos.
Gobernación del
Estado Táchira (2013). Primer Plan Socialista del Estado Táchira. Plan de
Desarrollo Estadal 2013-2016. San Cristóbal: Autor
Harnecker, M.
(2006). Reconstruyendo la izquierda. Buenos Aires: Siglo XXI
Freire, P.
(1996). Pedagogía de la autonomía. Saberes necessários à práctica educativa.
Sao Paulo: Paz e Terra.
McLaren, P.
(2006). Entrevista a Peter McLaren por Luis Bonilla Molina. [Disponible en:
http://www.youtube.com/watch?v=7wm1IRLRQAk]
Mészaros, I.
(2008). La educación más allá del capital. Buenos Aires: Siglo XXI
Montero, M.
(2006). Hacer para transformar. El método en psicología comunitaria. Buenos
Aires: PAIDOS
Vielma, J.
(2013). Programa Táchira Potencia Número 26. San Cristóbal, 16, Noviembre.
[i]
Discurso del Comandante
Hugo Chávez en la inscripción ante el CNE de su candidatura a las elecciones
Presidenciales 2012, momento en el cual presenta su propuesta de Gobierno
Programa de la Patria 2013-2019, el 11
de Junio de 2012, donde se desarrollan en él cinco Grandes Objetivos Históricos
relacionados con Garantizar la Independencia Nacional, Construir el Socialismo,
Convertir a Venezuela en una Potencia, Desarrollar una nueva geopolítica
internacional y Preservar la vida en el planeta. Este documento es el Segundo
Plan Socialista de la Nación, y se enmarca en el Plan de Desarrollo Económico y
Social de la Nación 2013-2019, como continuidad del Proyecto Nacional Simón
Bolívar.
[ii]
Intervención del Doctor
Luis Bonilla-Molina en Curso Introductorio de la Maestría de Educación
Comparada, celebrada en Junio de 2012 en el Centro Internacional Miranda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario