La consecuencia más desastrosa para la sociedad
venezolana producida por las políticas neoliberales desarrolladas a finales del
Siglo XX, estuvo marcada por las escandalosas cifras de pobreza y miseria que a
mediados de los noventa alcanzaban más del 70% de la población nacional. Una corrupción campante, acompañada de
procesos de privatización de lo poco que quedaba de la industria venezolana,
regresión en los derechos de los trabajadores y entrega de los recursos
petroleros nacionales a los Estados Unidos, fueron apenas el caldo de cultivo
para amalgamar unas desigualdades sociales sin precedentes.
Con la llegada de la Revolución Bolivariana, la
necesidad de reivindicar las luchas justicieras, establecer una redistribución
de la riqueza –constitucionalmente establecida– se inicia un conjunto de acciones
para superar la pobreza como principal problema en una patria rica en recursos
pero miserable en su política hacia los más necesitados. Es así como surge el
Plan Bolívar 2000, Las Misiones Sociales, Las Grandes Misiones, y el conjunto
de subsidios para garantizar que la sociedad venezolana pudiera salir de ese
atolladero que presentaban cifras alarmantes en cuanto a pobreza y pobreza
extrema.
El gasto social se convirtió bajo el Gobierno de
Hugo Chávez en inversión, la rentabilidad económica adquirió una connotación
integral, ya esta no representaba única y exclusivamente valores financieros
sino que se sujetaba a un proceso inclusivo de los olvidados de siempre por la
historia política venezolana. Esto trajo
consigo una disminución permanente de las variables de pobreza descendiendo
cada una de ellas mucho más de la mitad como una línea continua, excepto por
los años del golpe de Estado y el sabotaje petrolero, que fueron determinantes
para tomar el control de la industria petrolera nacional y hacerse así de la
principal fuente de ingresos provenientes por las exportaciones.
Se constituyó un control de cambio para evitar la
fuga de divisas, construir un sistema de adquisición de productos
indispensables para las necesidades de los venezolanos a bajos costos, sin embargo
tal generalización subsidiaria produjo un conjunto de perversiones que
alimentaron el consumo exacerbado mediante el incremento sin precedentes del
parque automotor personal, operaciones de estética femenina de moda, raspado de
cupos de dólares, y hasta lo más reciente producto del desfalco a la nación por
empresas de maletín; aspectos que deben ser considerados en esta nueva etapa de
la Revolución.
Es entonces a partir de este conjunto de hechos
aciertos y desaciertos, logros y fracasos que se plantean un conjunto de
premisas en el marco de las propuestas desarrolladas por el Presidente de la
República de Miseria Cero, sobre todo por las alarmas generadas en 2013 que
revirtieron la tendencia de los indicadores medidos por línea de ingresos.
Premisa
1: Es un asunto ideológico
El primer elemento a considerar es de carácter ideológico;
no se puede avanzar en la lucha contra la pobreza dentro del marco de valores
del Sistema Capitalista, ya que este representa la principal fuente de
desequilibrios sociales y ambientales existentes por su lógica acumulativa de
capital. Entonces decimos en
consecuencia que cualquier proceso que pretenda superar tales desigualdades es
anti-capitalista y se aleja por tanto de los tecnicismos acomodaticios que
muchas veces organismos internacionales como el PNUD o la UNICEF pretenden
implementar en los países sin mucho éxito. La propuesta es radicalmente
socialista para avanzar en un proceso de mayor equidad y justicia social.
Premisa
2: Superar la lógica absoluta de redistribución de la riqueza
Avanzar en un proceso de construcción colectiva para
superar los problemas inherentes a la miseria, implica otorgar las herramientas
necesarias al pueblo que no posee los medios disponibles para hacerlo. Esto no significa
que la entrega de un recurso es suficiente, si este no dispone de
acompañamiento técnico y político que permitan alcanzar objetivos planteados,
pues no se trata de inventar para errar sino para avanzar más allá del derecho
ciudadano de acceder a la riqueza de la nación, y en vez de solo ello se escale
en la producción para la satisfacción de las necesidades básicas del resto de
la sociedad, abonando en un efecto multiplicador.
Premisa
3: El Mapa de la Pobreza
Otro aspecto fundamental está referido al dónde y
cómo focalizar los esfuerzos, por tanto es necesario realizar el mapa de las necesidades
para identificar en qué lugares se encuentran los desequilibrios y aunar esfuerzos
en esos casos para superar las desigualdades en territorios diversos, los
cuales presentan variables específicas.
Premisa
4: La Política Económica
Se avanza en la irreversibilidad de la superación de
la pobreza en la medida que se garantizan las condiciones económicas para su
mantenimiento, ese ha sido el gran problema de los modelos neoliberales y los
socialdemócratas existentes, los cuales han demostrado a lo largo de la
historia su incapacidad de garantizar al menos el estado de bienestar
prometido. Es necesario definir una
política económica que apunte en garantizar soberanía, mantenga la capacidad de
desarrollar una verdadera clase trabajadora y no que la aparte de su campo laboral,
promueva nuevas relaciones sociales de producción, mejore la eficiencia en la
gestión económico-productiva del Estado, pueda sanear la malversación en el
manejo de divisas de la República y regule el sistema de precios de los bienes
esenciales para el consumo del pueblo venezolano.
Premisa
5: La Lógica Subsidiaria
En el año en curso se han anunciado aspectos
relacionados con la eliminación parcial de algunos subsidios referidos a la
Electricidad, Agua, Combustibles, Alimentos, entre otros, a la par que se
inician las construcciones las Bases de Misiones para la lucha contra la
pobreza extrema. Los escenarios de crisis ante la Guerra Económica nos ponen en
disyuntivas bien complejas, sobre todo por los altísimos niveles inflacionarios
presentados que afectan la calidad de vida. Lo cierto es que mientras entre
2002 y 2013 la pobreza se redujo a más de la mitad la composición social
estratificada se mantuvo casi intacta, por lo que esa pobreza relativa al
presentar un conjunto de medidas paralelamente pudiera convertirse en real, y
con ello hay que ser muy cuidadoso, midiendo milimétricamente su impacto.
Premisa
6: La Inversión Pública
El año 2015 debe ser especialmente de inversión social,
retomar viejas agendas con mucho más ímpetu, tales como el campo educativo,
salud, cultural y deportivo, que permitan compaginar esfuerzos que no solo
puedan equiparar la inversión social desarrollada previamente sino que
inclusive llegue a superarla. Esto debiera ser una variable determinante en los
lineamientos emanados por el Consejo Federal de Gobierno a las Entidades
Político Territoriales y al Poder Popular.
Premisa
7: El Control Total de la Industria Petrolera
Para poder desarrollar todos los apartados
anteriores se requiere mantener un control absoluto de la Industria Petrolera,
que pueda ser manejada de forma soberana, sobre todo mediante una política cada
vez menos dependiente de los Estados Unidos, limitando los compromisos de
endeudamiento y abriendo nuevas relaciones económicas que tributen en el
desarrollo de un verdadero nuevo modelo productivo nacional.
Premisa
8: La Participación Popular
No se puede erradicar la pobreza sin el
acompañamiento permanente del pueblo, este es el único garante de conservar las
conquistas sociales alcanzadas y las que están por alcanzar, por ello es tan
importante la participación de las Comunas, los Consejos Comunales y los
Movimientos Sociales, no solo como una instancia más de articulación sino para que asuman las riendas del proceso
de transformación de la sociedad, y para que el Estado solo cumpla el rol de
mandar obedeciendo.
“Estamos
atacando la pobreza y la miseria por distintas vías; sólo así podremos dar el
gran salto adelante que necesitamos, enfrentando todos los problemas al mismo
tiempo, siempre con la moral por delante”. Hugo Chávez, Primer Gabinete Móvil
Comunal Teatro Teresa Carreño, 06 de Febrero de 2006
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