El concepto de democracia representativa esgrimida en la IV República
donde la pluralidad política no era más que un Pacto firmado entre
actores que se acostumbraron a repartirse la riqueza nacional, trajo
consigo ya a finales del Siglo XX intentos de descentralización, más
para desarrollar caudillismos locales y regionales que para el
beneficio de los pueblos. Se generan en la última década las
elecciones a Alcaldías y Gobernaciones como un intento también de
convalidar con excusas supuestamente democráticas la llegada del
neoliberalismo a la América Latina.
Este apogeo político había preparado el terreno a principios de los
ochenta para cambios estructurales en las regiones, desatada la
corrupción, la irrupción del viernes negro, termina creándose la
Ley Orgánica para la Ordenación del Territorio, como intento de
convalidar un nuevo modelo económico y político alejado del modelo
cepalista desarrollado por Prebisch (1901-1986), que apuntara más
bien a la teoría de no hay otra alternativa que no sea la del
Sistema Capitalista. Es decir, el marco legal apuntalaba con signo
ideológico enmarcado en un modelo de desarrollo basado en el
crecimiento económico y el incremento de las desigualdades.
Las tareas de aplicabilidad de la ley fueron otorgadas entonces a
Alcaldías y Gobernaciones, pero su ineficacia fue tal que apenas
elementos básicos como las delimitaciones de poligonales urbanas se
encuentran precisadas en pocos casos con una obsolescencia de 20 y 30
años, propiciando un crecimiento territorial desordenado y
desorganizado.
Luego de la llegada de la Revolución Bolivariana, algunos intentos
se han realizado de forma incipiente sobre Planes de Ordenación
Territorial Estadales y Municipales, sin mucho éxito, y no podía
ser de otra manera al confrontar un instrumento jurídico que
responde a una visión de país propio del sistema capitalista y de
la democracia representativa, cuando hemos planteado un nuevo
proyecto país enmarcado en una nueva República tomando como signo
el socialismo y de carácter participativo y protagónico.
En el Estado Táchira hemos iniciado la revisión y actualización
del Plan de ordenación del territorio, y decimos de carácter
inédito, porque trasciende lo exclusivamente técnico y aborda las
disyuntivas de nuevas formas de comprensión espacial al incorporar
elementos como: ejes territoriales de desarrollo o distritos motores,
no contemplados en el ordenamiento jurídico vigente, pero que
requieren especial atención, porque igualmente aparecen procesos
dinámicos de carácter orgánico como las Comunas y Ciudades
Comunales, que ahora permitirán un instrumento de carácter
participativo.
La tarea pendiente de la nueva Ley de Ordenación Territorial por
parte de la Asamblea Nacional sigue siendo un aspecto crítico en
discusión desde 2008 sin que hasta el momento haya sido aprobada, y
sobre la cual difícilmente la Derecha Política pueda tributar
sustantivamente, lo que nos pone aún en las disyuntivas del viejo
ordenamiento jurídico Cuarto-Republicano. La habilitante que
dispone el Presidente de la República en estos momentos es una
oportunidad de oro para resaltar la importancia que tiene esta Ley en
la nueva planificación integral socialista, esa en la que Chávez
nos habló de un injerto para la transformación en ese espacio
concreto llamado territorio.
(...) Ahora, eso no significa que no haya solución estratégica.
No, no, sí la hay; pero bueno, no pudimos dar un salto a un cambio
de situación que es la siguiente, lo que he llamado la Nueva
Geometría del Poder. Yo particularmente tengo años estudiando este
tema, porque siempre me llamó la atención, desde que era muy joven
soldado, la geopolítica, o sea cómo la política, el poder político
se distribuye sobre el territorio; y siempre, desde que estudiaba
Ciencias Políticas en la Simón Bolívar, por allá, reflexionábamos
sobre el tema. Miren, la estructura geopolítica del país sigue
siendo hoy la misma estructura de la colonia, la misma, las grandes
ciudades se chupan casi todos los presupuestos, y luego las ciudades
del interior, los pueblos y los caseríos, ahí lo que llega es una
gota, si llegara. Eso sigue siendo igualito, por eso hay que cambiar
la geometría, la geopolítica interna (...) Hugo Chávez, Aló
Presidente 300, Enero 13 de 2008
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