(Columna Análisis de Coyuntura N° 1)
El escenario político que se ha
venido dando durante el 2.013, permite inferir que las condiciones generadas a
raíz de la situación de enfermedad del Presidente Chávez son inciertas, no por
la información suministrada por los “especuladores de oficio de las
trasnacionales mediáticas”, sino más bien por las condiciones objetivas
deducidas de los partes oficiales del Gobierno Nacional sobre este
aspecto. Es decir, que la posibilidad de
plantearse un proceso electoral próximo en miras a unas presidenciales este
mismo año no puede ser menospreciada, y por consiguiente más vale estar
preparado ante tales circunstancias, y como prueba de hecho, hace una semana el
Correo del Orinoco reseñaba los resultados de la encuesta Hinterlaces ante unas
hipotéticas elecciones para elegir un nuevo Presidente.
Por supuesto para los
revolucionarios, tan solo la idea de que Chávez no pueda seguir conduciendo
desde el ejecutivo Nacional el proyecto político Bolivariano, es un duro golpe
a los más profundos sentimientos de amor por la revolución, pero a su vez debe
ser una motivación especial para quienes desde sus espacios políticos concretos
tienen la tarea impostergable de hacer irreversible el sueño Bolivariano, que
hoy se encuentra más vivo que nunca, y que acompaña al chavismo mucho más allá
de la vida.
Así como la conciencia
revolucionaria está presente en este momento histórico, la oposición nacional
con los tentáculos injerencistas del imperialismo global a su lado batallan en
una estrategia desestabilizadora, que busca minimizar los esfuerzos del
Gobierno Revolucionario por atender los principales problemas de nuestra
sociedad venezolana, y para ello han emprendido una guerra económica, que tiene
entre sus objetivos atentar contra lo más indispensable para la vida “la
alimentación”, haciendo suyo aquella frase de “el hambre tumba gobiernos”, y
para ello basta con recorrer las principales cadenas de supermecados que de
acuerdo a los resultados de la IV Encuesta Nacional de Presupuestos Familiares
se lleva el 94% del gasto de los Venezolanos, y notar la carencia de productos
fundamentales de la cesta básica. Sin
duda alguna esta situación es un reflejo de que ya la oposición venezolana está
en campaña electoral.
Adicionalmente la activación de los
Grupos Estudiantiles al mejor estilo Europeo de “Otpor”, que como ícono tomaron
la embajada de Cuba, curiosamente coincide con el llamado de voceros de la MUD
a mantenerse en la calle, justamente en el momento que han perdido la capacidad
de movilización.
Estos dos hechos, los del sector
alimentos y estudiantil en retrospectiva nos llevan a los escenarios de 2007,
en plena campaña de Reforma Constitucional, que por cierto ha significado la única
victoria estratégica de la oposición desde que Chávez está en el poder, por
tanto hoy en día no pueden ser considerados un globo de ensayo sino una campaña
sistémica en mira a unas presidenciales con una clara intención
desestabilizadora.
Estas razones nos llevan a estar
mucho más atentos, y en la medida que como mayoría política seamos capaces de
emitir acciones propositivas y no reactivas impediremos que como dice aquel
refrán popular “no nos agarren con los calzones abajo”.
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